Cuando padres y madres primerizos comentan con tristeza lo poco que duermen por culpa de su bebé recién nacido, siempre hay alguien con más experiencia que ellos que les avisa que eso no es nada. Que cuando los hijos entren en la adolescencia es cuando empieza realmente lo duro. Siempre y cuando no te llames Angelina Jolie, claro, que según acaba de desvelar, está aprendiendo mucho ahora que gran parte de su prole ha entrado en la edad del pavo.
Así lo ha expresado durante una entrevista con la revista Hello, en la que asegura que esta nueva etapa en la que la mayoría de sus seis hijos están muy cerca de ser adultos está siendo bastante reveladora.
“Cuando tus hijos son pequeños te sientes más como una mami. Pero cuando se convierten en adolescentes empiezas a recordar cómo eras tú a su edad. Te ves reflejada en ellos cuando ibas a clubs punks y te preguntabas por qué no te dejaban hacerlo”, explica. “Digamos que estoy en un momento muy divertido en el que estoy redescubriendo quién soy”.
Es curioso porque tampoco necesitaba Jolie esperar a este momento para rememorar su complicada adolescencia. La prensa ya habló mucho en su día de ella cuando empezó a protagonizar películas en los 90 y lucía un look siniestro aderezado con tatuajes por todo el cuerpo y collares de los que colgaba un frasquito lleno de sangre de su entonces pareja Billy Bob Thornton.
Claro que esto nos demuestra que nunca hay que juzgar por las apariencias. Quien pensara que aquella joven Angelina era una bala perdida, ahora estará flipando por la mujer comprometida y solidaria en la que se ha convertido. Y esos son valores que, según la actriz, directora y en ocasiones embajadora de buena voluntad de la ONU; quiere que aprendan sus hijos.
“Me preocupo mucho de enseñarles valores como la bondad. Tanto hacia otros como hacia sí mismos. Es importante ser humilde, siempre sabiendo que las libertades y la suerte que has tenido no la tiene todo el mundo y por lo tanto debes ayudar a otros a conseguirlo”, declara.
“También quiero que sepan lo importante que es recordar tu lugar en el mundo. Todos somos humanos y piezas pequeñas de un algo mucho más grande que tú mismo. Según van creciendo, he comprobado que mis hijos tienen personalidades muy fuertes como individuos pero su mente sigue abierta”, asegura.
Para lograr sus propósitos Angelina tiene claro qué figura seguir, la de su madre. Una mujer cariñosa, tolerante, amable y muy graciosa que cuando tenía que enfrentarse a una injusticia, no dudaba en sacar su genio a relucir.
“Están pasando muchas cosas malas en el mundo y tenemos que preparar a las siguientes generaciones para que luchen contra ellas. Tenemos que confiar en ellos, pero para eso tenemos que darles antes el conocimiento adecuado y nuestro apoyo”, concluye.
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