Su primer San Valentín; ‘Hercai’

QUÉ HA PASADO

• Gönül entrega a Azat la presidencia de la compañía.

• Elif intenta suicidarse.

Tras la romántica cena de la que han disfrutado en su primer día en Estambul, Miran y Reyyan regresan al hotel y a punto están de descubrir a Harun en su habitación. Este sale airoso gracias a Deniz, una vieja amiga de Miran que ahora trabaja con él. Una vez en el cuarto, la pareja encuentra la siguiente nota: “¿Quieres descubrir cómo comenzó todo este calvario? Encuentra a la confidente de tu madre. Este es mi regalo de San Valentín para ti”. Miran se altera y telefonea a Hazar para contarle lo ocurrido. Él cree que la persona a la que se refiere el mensaje es Ayla y le promete encontrarla.

Más tranquilos, Miran y Reyyan recuerdan el motivo del viaje y se dejan llevar por el deseo para disfrutar de una inolvidable noche de amor.

Ayla revela a Hazar la crueldad de su padre

Gönül convence a Azat para que la contrate en la compañía Sadoglu-Aslanbey después de recordarle que es el presidente por ella. Luego llega Azize sonriendo. “O tu familia paga veinte millones de dólares a la empresa o despídete del puesto”, le advierte mostrándole una documentación que le anima a estudiar.

Después de averiguar el paradero de Ayla, Hazar va a verla con Cihan. Para entonces, Nasud, enterado de todo, ya ha amenazado a la mujer con hacerle la vida imposible si habla. sin embargo, eso no la intimida y cuenta a Hazar que su padre se negó a ayudar a Dilsah cuando ella le suplicó que la librara de los Aslanbey. El hombre se derrumba.

Roto se queda también Miran cuando, después de disfrutar de un paseo en barco por el Bósforo junto a su amada, por fin puede hablar con el sargento que llevó el caso de Dilsah. “La señora Azize ha mentido, yo fui el primero en llegar a la escena del crimen y el cuerpo no tenía signos de violencia, solo un disparo. Se produjo un extraño incendio en la comisaría y todas las pruebas desaparecieron”, le dice. Luego, le confiesa que la señora se encargó de que lo echaran del cuerpo. “Hubo un testigo, el pastor Sheimus, búscalo”, le aconseja.

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