Te vi jugarte el pellejo por mí en aquel escenario: la dedicatoria de Jorge Drexler a Antonio Banderas en el PremioVF

El cantautor uruguayo Jorge Drexler ha sido la sorpresa musical de la noche en la que Antonio Banderas ha recogido el premio al Personaje del Año Vanity Fair 2019. Inicialmente estaba previsto que el artista interpretase Al otro lado del río, la canción que unió sus caminos y con la que ganó el Oscar en 2005, pero Drexler ha querido antes dedicar unos versos a quien fue anfitrión, amigo y "espía" en un momento difícil. Los productores de la gala decidieron que el compositor del tema original de la película Diarios de motocicleta era un desconocido, espantaría a los telespectadores, por lo que no le permitieron interpretarla. En su lugar, llamaron a Banderas y el guitarrista Carlos Santana para hacer una versión que pretendían más glamurosa. El resto, Drexler recibiendo la estatuilla de manos de Prince, genuflexión incluída, y su agradecimiento a capella, cantando la canción, ya son historia de los Oscar.

"Vengo hace un tiempo sintiendo / que te debo esta Espinela,", comenzó recitando Drexler sus 3 décimas para Antonio Banderas. Un homenaje con doble sabor malagueño, pues se trata de un tipo de verso, la décima espinela, que acuñó Vicente Espinel, sacerdote, músico y escritor del Siglo de Oro nacido en Ronda. "Las he acabado de rematar pocos minutos antes del último ensayo", confesaba a Vanity Fair el músico mientras salía del Teatro Real. A través de un mensaje de WhatsApp compartía de forma urgente un poema en el que reconoce al actor su valor en aquellos Oscar de 2005: "Fuiste claro y solidario, en un contexto complejo, te vi jugarte el pellejo, por mi, en aquel escenario".

"Tuve la suerte de conocer a Antonio en unas circunstancias muy particulares e importantes", reconocía el músico. "En medio de un caos grande generado por la producción de la gala, no de la Academia, y por la reacción ante el hecho de que no me dejaran cantar, Antonio apareció como una figura de sensatez y cariño. Yo estaba allí muy solo, nadie me dirigía la palabra, no contaban conmigo, y él fue el primero en hablarme. Tuvo conmigo un gesto de sensatez y cariño que en aquel ambiente no abundaba. Me dijo que le encantaba la canción, que la iba a cantar con el corazón, que entendía perfectamente mi frustración y que lo haría sólo si yo quería".

Su pacto se selló con una paella que le preparó Banderas en su casa de Los Ángeles –"tenía buen punto el arroz", recuerda Drexler en uno de los versos para su amigo–, uno de los recuerdos mejores de aquellos días. "Antonio fue un anfitrión excepcional, hizo todo lo posible porque yo me lo pasara bien y viviera esa situación feliz y con orgulllo. No sólo eso, también me arropo mucho en la alfombra roja, que era como estar paseando por Marte para mí, y además fue mi espía durante los ensayos, me iba informando de todo".

Cuando Prince anunció que Al otro lado del río era la ganadora del Oscar en la categoría de Mejor Canción Original, las cámaras enfocaron a Jorge Drexler avanzando serio y concentrado al escenario. Un plano breve mostró a Banderas sentado en el patio de butacas santiguándose, celebrando que todo hubiera salido bien. "Desde el primer momento sentí que compartía mi alegría de forma sincera", recordaba el músico para Vanity Fair. "Pero de aquella noche no tengo muchas más memorias que el enorme abrazo que nos dimos después… ¡Por suerte! Tanta fue la fiesta que apenas la recuerdo"

Y al margen de aquella noche noche inolvidable, ¿por qué otro motivo cree Jorge Drexler que Antonio Banderas merece ser Personaje del Año Vanity Fair 2019? "Ha sido un pionero en tender ese puente hacia la cultura norteamericana de la que tanto hemos mamado muchos. Antonio recorrió ese camino cuando nadie sabía cómo se hacía. Sólo quien transita ese puente sobre el Atlántico como hago yo continuamente, tocando a ambas orillas, entiende la importancia que tiene haberlo hecho el primero".

3 décimas para Antonio Banderas

Vengo hace un tiempo sintiendo
que te debo esta Espinela,
pero como el tiempo vuela,
¡los años se fueron yendo!
Hoy por fin fui convirtiendo
en versos lo que sentía
y dejé que la poesía
en su voz más malagueña
te cante la contraseña
con que se abrió el alma mía.

Me trataste con franqueza,
con cariño, y tu sosiego
en medio de tanto ego
fue, confieso, una sorpresa.
Me hiciste un sitio en tu mesa,
-tenía buen punto el arroz
en paella, con que vos
me recibiste en tu casa-
y mi canción fue la hogaza
de pan, que abrimos los dos.

Fuiste claro y solidario
en un contexto complejo
te vi jugarte el pellejopor mí, en aquel escenario.
Y hoy que dejó el calendario
atrás aquel vocerío,
los flashes, aquel gentío…
vengo aquí para cantarte
y una vez más, dedicarte
“Al otro lado del río”.

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