Es una de las pruebas míticas del programa y en esta ocasión también dio mucho juego. Lara Álvarez consiguió tentar a todos los concursantes excepto a Hugo Sierra, que renunció a un enorme pepito de ternera (sí, uno igual que el que le costó romper con Ivana) por no estar unos días a ciegas. El resto de los robinsones fueron cayendo uno tras otro en la tentación y renunciando a sus tesoros más preciados hasta acabar como Adan en el paraíso, en el caso de Barranco; o con un look Yiya, en el de Ana María. Pasa y mira a qué están dispuestos a renunciar los supervivientes por una buena recompensa.
¡Os leemos! 👏🏼👀🔥🌴 ¿Vosotros os cortaríais el pelo a cambio de comida? 😱✂️ #TierraDeNadie11
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Como buena esposa de torero, Ana María Aldón ofreció cortarse la coleta a cambio de un cocido. Lara le dio una regla de 30 cm para que calculase qué trozo estaba dispuesta a sacrificar y dejó que lo meditase. Pero el olor de la comida no le dejó pensar bien y aceptó el trato.
Pero con lo que no contaba la diseñadora es que no sería ella la que decidiese cuánto metía la tijera. Una ruleta tomaría la decisión. Tras hacerla girar, el resultado fue sorprendente: tendría que raparse a 15mm. A cambio de lucir un look a lo Yiya, la organización le suministrará tres cocidos en días alternos.
Además, le ha dado dos días de gracia para despedirse de su melena y el jueves pasarán la maquinilla.
No olvidaremos nunca este MOMENTAZO 🤣🔥🤣🔥🤣🔥 @albertbcomas #TierraDeNadie11
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Barranco había dicho en una charla con sus compañeros que se quedaría desnudo por comer una pizza barbacoa. Se lo puso fácil a la organización del programa, que le ofreció esa recompensa a cambio de estar el resto de la aventura como Dios le trajo al mundo. En un principio renunció pero, tras un tira y afloja con Lara Álvarez, accedió a lucir un escueto tanga de hoja de parra a cambio de dos pizzas barbacoa. Para cerrar el trato, nada mejor que este paseíllo.
Elena Rodríguez temía que le pidieran renunciar a su melena, algo a lo que no estaba dispuesta. Pero no iban por ahí los tiros. Experta pescadora, Lara le ofreció un completo kit de pesca a cambio de perder su libertad. El precio sería ir a pescar atada a uno de sus compañeros por medio de unas argollas. No solo aceptó sino que eligió a Hugo como primera víctima.
Jorge sacrificó su vello corporal por un pollo con patatas. El guardia civil se puso en manos de Ana María que, como experta en cera fría, le dejó el pecho peladito después de unos dolorosos tirones que el superviviente aguantó estoicamente.
Rocío Flores pensó con el corazón a la hora de aceptar su tentación. La superviviente renunció a comer caliente durante tres días a cambio de leer una carta de sus hermanos que consiguió hacerla llorar como una magdalena. «Hola Tata, te echo muchísimo de menos, eres la mejor hermana que he podido tener. Eres nuestra ganadora. Para mí eres una madre, llevas cuidándome desde que nací. Lo del jueves me pareció de una niña con mucha fuerza y con muchos sentimientos por su hermano. Gracias por todo lo que has hecho por mí que no es poco. Estas guapísima. Eres ganadora por muchos motivos, transparencia, persona real, buena persona, luchadora, estamos todos contigo. Te esperamos en Málaga. Tu niño», le decía David, hijo de Rocío Carrasco y Antonio David Flores.
Hugo es insobornable. El uruguayo rechazó un enorme y apetitoso pepito de ternera con pimientos por no pagar el precio que pedían por él: estar a ciegas durante 3 días. El concursante no quiso tener que depender de sus compañeros y dijo un no rotundo.
Ivana no resistió a la tentación del dulce de leche y renunció a su voz a cambio de una tarta. La argentina tendrá que estar callada por tiempo indefinido y, si quiere comunicarse con sus compañeros, deberá escribirlo en una pizarra.
Adiós a la peluca de Yiya. La presentadora ofreció a la extremeña dos posibilidades a cambio de olvidarse de sus rizos postizos: un bocadillo de chorizo y un audio. La ‘tentada’ se decantó por lo último y gracias a eso escuchó la voz de su ‘brócoli’, como llama a su novio.«Qué pasa gorda, aquí estamos todos bien. Que sepas que te está apoyando mucha gente. No te ralles por mí, sabes que no te tienes que preocupar ni mucho menos. Te echo mucho de menos pero tienes que seguir hasta la final. Te quiero», le dijo. Y ahí la chica dura de la isla se vino abajo: «Gracias a todos por haber conseguido esto. No lo hubiera pedido porque sé que a él le gusta su intimidad. Pero no me merezco menos, yo también lo hubiera hecho por él. Es tan bonito escucharle… le quiero», decía llorando.
La recompensa le alimentó el alma y no el cuerpo aunque Lara le permitió coger un poquito de brócoli de la guarnición de su bocata.
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