¿Qué es la resiliencia? Afronta tus adversidades sin hundirte

¿Alguna vez has oído hablar de la resiliencia? Si la respuesta es no, tranquila. Nosotras hasta hace poco tampoco. Habíamos escuchado el término de pasada, pero nunca nos habíamos parado a profundizar. Hasta que un día, un libro llegó a nuestras manos. Pasando las páginas nos dimos cuenta de que en la redacción, nos hace falta (mucho) poner en práctica esta forma de ver la vida. El estrés, el rumbo inesperado que toma la vida y el día a día pueden producir que tomemos decisiones apresuradas. Es a esto mismo a lo que ayuda la resiliencia: a gestionar nuestras emociones.

Según Gloria Hussmann y Graciela Chiale, autoras del libro ‘Resilencia. Recursos para superar las adversidades’ este término hizo referencia en un primer momento a «la capacidad que puede tener un objeto para resistir a un choque, es decir, ser sometido a presión para luego volver a su estado incial». Sin embargo, cuando hablamos de cómo afrontar las adversidades, la definición toma un matiz mucho más humano.

La resiliencia es la capacidad de las personas para enfrentarse a las adversidades y aceptarlas, buscando soluciones y nuevos caminos para salir fortalecidos de ellas. Tal y como indican las autoras, «Hay personas que tienen una actitud resiliente natural; a otras, en cambio, les resulta más difícil sobreponerse. Cuando la resiliencia no es una condición innata puede conquistarse».

Es decir, que la resiliencia se puede entrenar día a día. Según nuestra personalidad, el contexto, nuestra experiencia… hay muchos factores que intervienen en la gestión de lo que nos pasa. ¿Por qué cada persona reacciona de diferente forma ante las adversidades? Para Gloria Hussmann y Graciela Chiale hay dos tipos de personas, «unas, con una mirada derrotista y entregándose a las circunstancias sin poner resistencia alguna o haciéndolo de manera equivocada» y otras, «afrontando y resolviendo situaciones con nuevas, interesantes y originales soluciones».

¿Cómo podemos entrenar la resiliencia?

En el libro se proponen diferentes pautas para conectar con nuestra forma de actuar y mejorarla:

Debemos prestar atención a nuestro patrón de pensamiento y reconocer el poder que tiene el pensamiento positivo, prestando atención a las consecuencias del pensamiento negativo. Además, cuestionar mandatos y viejas creencias nos ayudará a poner en entredicho lo que ya conocemos. Pero no solo eso, también es beneficioso trabajar la paciencia, y su desarrollo así como la autodisciplina, que nos hará más fuertes a la hora de llevar a cabo los propósitos que deseemos.

Evitar repetir los mismos patrones de resoluciones, registrar las metas conquistadas, aprender a identificar nuestros sentimientos y cultivar la creatividad son claves imprescindibles para el desarrollo personal. ¿Qué más hacer? Para acabar, deberíamos perder el temor al ridículo y focalizarnos en los que tenemos, así el viaje será más ilustrativo.

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