La proteína es un macronutriente esencial que te ayuda a recuperarte de entrenamientos difíciles, desarrollar músculo y estabilizar el azúcar en la sangre para que puedas mantener una buena energía. Y la proteína en polvo puede llegar a convertirse en tu mejor amiga sobre todo cuando no llegar a tu consumo de proteína diaria.
Pero como todo en esta vida la proteína en polvo también caduca y nos surgen algunas dudas: ¿se aplican las mismas «reglas» a la proteína en polvo que las que usamos con una comida corriente, como la leche, por ejemplo?
Si eres de las que se arriesga y no tira nada, tenemos buenas noticias, Lo más probable es que siga en buen estado. Al menos eso afirma el doctor y director de Premier Protein, Robert Wildman. Él dice que dado que las proteínas en polvo son productos tan secos, hay poco riesgo de que sufran de algún crecimiento bacteriano o deterioro.
Lo que sí que puede llegar a su suceder es que pierdan todas sus propiedades gustativas. «La fecha de caducidad suele ser de un año o más, pero después de un período lo suficientemente largo, la intensidad de los sabores puede comenzar a desvanecerse. Siguen siendo seguras de consumir, pero es posible que el sabor ya no sea agradable», afirma Wildman.
Para que tu proteína en polvo tenga un sabor excelente durante mucho tiempo, te recomendamos guardarla en un lugar fresco y seco. El calor y la humedad pueden hacer que se degrade más rápido.
Y si planea ya se te venció y tienes dudas, lo mejor que puedes hacer esmezclarla con un poco en agua y olerla y probar un poco. Si parece rancio confía en tu nariz y tírala. Si ha pasado un año desde la fecha que caducó lo mejor es que te deshagas de ella por completo.
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