La decisión de Meghan Markle y el príncipe Harry de denunciar a varios tabloides británicos por el acoso mediático al que están sometidos no ha pillado a nadie por sorpresa. No hace falta ser parte de su círculo íntimo para entender lo cansado que debe ser levantarse todos los días protagonizando titulares en prensa que juzgan cada cosa que dices, haces o incluso piensas.
Por supuesto, la mayoría de estos periódicos siempre han defendido que sus noticias responden al interés general. Que el derecho a la información está por encima del derecho a la intimidad de figuras públicas del nivel de los duques de Sussex. Un argumento que van a tener que modificar después de que se hayan conocido las noticias concretas por las que Markle y Harry quieren llevarlos a los tribunales.
Según desvela hoy People, que ha tenido acceso a la demanda que los abogados de los duques han presentado en el juzgado, Meghan señala en su denuncia los temas que según ella el Daily Mail y el Daily Mail Sunday han tergiversado, o directamente editado, para vender una imagen irreal y negativa de ella. Por cierto, la mayoría de ellos relacionados con la relación que mantiene con su familia.
Ese es el caso de casi todo lo relacionado con su padre Thomas Markle, que tal y como explican los abogados en los documentos de la demanda, mantiene una relación cordial con su hija. Un relato que no encaja con el que quieren hacer estos medios, que por ejemplo “omitieron y suprimieron” párrafos enteros de la famosa carta que ella le escribió para aclarar algunos malentendidos y para “encontrar soluciones a sus problemas de salud”.
Un documento personal “que se publicó sin permiso de Meghan Markle” cuyas partes editadas demostraban “lo mucho que se preocupa por su padre y lo preocupada que estaba por cómo estaban explotándole los tabloides”. También se explica que, a diferencia de lo que se publicó en su día, no fue Thomas Markle el que llamó a Meghan para decirle que no iba a ir a su boda, sino ella la que se lo pidió “para protegerlo” y para asegurarle que, si cambiaba de opinión, “sería bienvenido”.
Otro de los temas que más han molestado a la duquesa han sido todos los que se han publicado relacionado a las reformas que los royal habían llevado a cabo para convertir Frogmore Cottage en su nueva residencia, como que habían gastado miles de libras en “construir una sala de yoga insonorizada a prueba de aviones, una pista de tenis” o un “ala reservada” para que su madre Doria Ragland se fuera a vivir con ellos.
Su madre, por cierto, también está implicada en otra de las noticias que se denuncian. En concreto, lo de que no quiso invitarla a su baby shower en Nueva York del pasado abril, algo que en la denuncia se describe como “ofensivo y falso” para los duques ya que sí la invitaron pero ella no pudo asistir “por motivos laborales”. Del mismo modo describen las informaciones que relataban que Meghan había dejado de lado en esa fiesta a sus amigas de siempre para invitar a personas más VIP como Amal Clooney o Gayle King.
“Ese baby shower, que por cierto costó una pequeñísima fracción de los 300.000 dólares que se dijo en su día en un artículo, fue organizada por una de las mejores amigas de la universidad de Meghan y las 15 personas que asistieron eran personas a las que conoce desde hace más de 20 años”, asegura la demanda publicada por People. Veremos cuál es el siguiente paso en esta batalla histórica en la realeza.
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