- Ana María Aldón y Rocío Flores se acusan mutuamente de haberse tirado un pedete.
- Los concursantes de ‘Supervivientes’ tuvieron que aguantar una fuerte tormenta durante la noche.
Ya va quedando menos para que el reality más duro de Telecinco llegue a su fin. Así que no es de extrañar que los concursantes estén cansados y su paciencia cada vez sea menor. Sumado al cansancio y la falta de comida, los roces entre ellos van en aumento y parece que están para aguantar muchas ‘tonterías’.
Como muestra tenemos el último pique entre Ana María Aldón y Rocío Flores. La mujer de Ortega Cano está molesta por una acusación que le ha hecho la hija de Antonio David y deja bien claro que no va a tolerar mentiras sobre ella.
Pero ¿qué les ha pasado para que se hayan enfrentado de nuevo? Vaya por delante que los concursantes están más unidos que nunca, pero su piel está muy fina y saltan a la mínima, aunque luego no lo tengan en cuenta.
Durante una noche en la que los concursantes tuvieron que guarecerse de una gran tormenta en Cayos Cochinos bajo la lona. Sin embargo, con la que estaba cayendo, alguien no tuvo el valor de salir bajo la tormenta a tirarse un pedo y lo dejó caer dentro de la tienda. Sí, has leído bien… las flatulencias también concursan.
Sin embargo, nadie quiso responsabilizarse de esta cuestión escatológica y Rocío y Ana María se acusaron mutuamente de haberse tirado el pedo maloliente.
Según la hija de Rocío Carrasco, la causante de este mal olor era Ana María ya que fue la que disfrutó de tres cocidos a cambio de cortarse el pelo. Sin embargo, a la mujer de Ortega Cano esta acusación no le gustó un pelo y le plantó cara. «Eres tú que te duele la barriga. Es de alguien que no va al baño y que luego intenta culparme a mí», respondía Ana María.
Rocío no quería cargar con ‘ese muerto’ y decía: «Tengo gases pero no me peo, me duele el estómago, me duele la barriga porque no como y no voy al baño. Pero el día que yo me tire un pedo se va a estar toda España».
Ana María dejaba claro su malestar con Rocío y continuó diciéndole: «Yo a ti no te acuso, al igual que tú no me puedes acusar. ¿A qué no te gusta que te lo digan si tú no has sido?».
Pero la discusión no llegó a más y aunque nadie reconoció ser el responsable del olor, dejaron el tema y al día siguiente disfrutaron del sol tras la intensa tormenta sufrida en la noche.
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