La tercera temporada de The Crown presenta una nueva ruptura: una guerrera, la princesa Ana a sus 20 años de edad, protagonizada por Erin Doherty (conocida por ¡Llama a la comadrona!). La Ana de Doherty no tiene miedo a pasearse por los alrededores del Palacio de Buckingham en botas de montar, regañar al príncipe Felipe (Tobias Menzies) y a su consejeros, espantar a la reina Isabel (Olivia Colman) con detalles de sus romances y los del príncipe Carlos (Josh O’Connor), y atravesar la carga de la reverencia monárquica y la importancia personal con una oportuna sonrisa.
La verdadera Ana es más una revelación ácida e ingeniosa. Tomando por ejemplo un episodio que ocurrió en marzo de 1974: la recién casada viajaba con su esposo Mark Phillips al Palacio de Buckingham, cuando su coche fue detenido por un criminal quien intentó secuestrarla. El asaltante, Ian Ball, se acercó al coche accionando su arma, hiriendo al agente de seguridad de Ana y a otros en el forcejeo del encuentro. Ball abrió la puerta del coche y guió a la princesa para desalojar el vehículo. En vista de los disparos, el derramamiento de sangre y el caos a su alrededor, Ana respondió “No es muy probable.” El príncipe Philip, su padre, bromeó acerca de lo mal que la habría pasado el asaltante si el intento de secuestro de su hija hubiese tenido éxito. “Si él hubiese tenido idea en lo que se estaba metiendo”, de acuerdo al biógrafo de Ana, Brian Hoey. Después de haber expresado sus preocupaciones por los que resultaron heridos, incluida Ana, también bromeó sobre el incidente. “Mi primera reacción fue de enfado”, explicó ella. “Estaba furiosa con este hombre que mantuvo un tira y afloja conmigo. Agarró mi vestido, uno azul -mi favorito- y que yo misma había hecho especialmente para mi luna de miel.”
La actriz Erin Doherty explica que Ana -quien pasó años cómodamente a las sombras de su madre, la reina, y de su hermano mayor, el príncipe Carlos- fue una gran revelación para ella. “Cuando llamó mi agente, yo trataba de entender sobre quién estábamos hablando”, nos revela Doherty. Después de quedar impactada al leer las múltiples entrevistas, Doherty se enamoró del personaje. “Si soy honesta, ella es todo sobre la verdad”
Buscando un poco en Internet se revelan algunas de las más audaces opiniones de la princesa Ana. Por ejemplo, su sensata opinión sobre el golf: “Luce como una forma muy ardua de salir a caminar. Yo prefiero pasear a los perros”. O sus pensamientos sobre el parto: “Estar embarazada son los seis meses más aburridos…Es una tarea de esposa”. Ella también encuentra absurdo el hecho de estrechar manos y no tiene problemas en reprender a quien se acerca con un teléfono inteligente extendido. “No me molesto o solo digo, “Si quiere preguntarme algo, le sugiero que lo baje”, ha dicho la royal.
“No pienso que ella realmente intente ser mezquina. Ella es del tipo que dice: ‘No, yo voy a decir lo que realmente pienso sobre eso y tú vas a tener que manejarlo’. No te mentiré, amo eso de ella”, dijo Doherty.
La actriz mencionó que la clave para personificar el físico de Ana fue su voz. “Especialmente a su edad, se puede notar que ella intenta bajar un poco el tono de su voz. En el momento que comencé a hacer lo mismo, logré enojarme mucho. Me enseñó mucho acerca de dónde viene ella de manera psicológica. Si piensas que puedes decir mucho sobre una persona por su voz es porque resulta ser una cosa muy personal.”
Las razones detrás de ese enfurecimiento: Doherty explicó que, cuando era una adolescente, Ana era criticada por la prensa -era juzgada por su apariencia y su franqueza, de forma seria. Ella parece biológicamente incapaz de asumir bromas o sonreír falsamente en fotos. Sin embargo, la prensa la llamó grosera, malhumorada e incluso la nombraron “la princesa ceñuda.”
“Lo que más me fascinó e impresionó sobre Ana es que fue puesta bajo tanto escrutinio, particularmente cuando era una adolescente,” mencionó Doherty. “Porque ella es parte de la familia real, todos piensan que tienen permiso a comentar. Ella era esta joven y frágil adolescente y la gente escribía en los periódicos sobre ella estando desaliñada. Eso me sorprendió -el hecho de que logró atravesar esto a tan temprana edad, y aún así terminar siendo muy determinada sobre ser honesta y abierta con las personas.” Hablando sobre la naturaleza reservada de la princesa Ana, Doherty explica, “Creo que de ahí proviene ese escudo -porque ella ha sido objeto de la presión de este ambiente de personas hablando sobre ella.”
La belleza de The Crown, explica Doherty, es que el creador Peter Morgan logra traer corazón y calidez incluso al miembro más distante de la familia real, mostrandoles detrás de las puertas del palacio. En esta tercera temporada, se muestra a Ana compartiendo dulces momentos con su hermano el príncipe Carlos, vinculandose con su abuela paterna la princesa *Alicia de Battenberg* (Jane Lapotaire), y teniendo una noche ‘normal’ y despreocupada con David Bowie.
“Estoy muy emocionada por que las personas, de alguna manera, redescubran a Ana ya que considero que ella está ahí arriba entre los mejores.”, dijo Doherty.
Artículo publicado originalmente en la edición estadounidense de Vanity Fair y traducido por Paola Medina. Acceda al original aquí..
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