Cuando le diagnosticaron el cáncer, Michael Robinson aseguró que era el partido más difícil de su vida. Meses después, las palabras del exfutbolista, reconvertido en informador balompédico, no eran muy esperanzadoras. Él mismo llegó a decir que sabía que se estaba muriendo. Ese desenlace fatal acaba de llegar. Michael ha perdido ese encuentro decisivo a los 61 años.
Ha sido con un tuit desde su cuenta oficial como se ha anunciado el fallecimiento de un tipo que llegó a España para jugar en el Osasuna y que, enamorado de nuestro país, jamás se fue. Salvo por esas escapadas a su tierra natal, Leicester, para no perder ese acento inglés que era un sello de identidad para uno de los mayores entendidos de fútbol que ha pasado por nuestro periodismo.
Michael nunca caminó solo»
«Con tremenda tristeza os comunicamos el fallecimiento de Michael. Nos deja un gran vacío, pero también innumerables recuerdos, llenos del mismo amor que le habéis demostrado. Os estaremos eternamente agradecidos por haber hecho a este hombre TAN FELIZ, nunca caminó solo. Gracias», se puede leer en el tablón de Michael.
Michael, que nació en Leicester en 1958, llegó a nuestro país en enero de 1987 después de una existosa carrera en el césped de la Premier League. Tras su retirada, dos años después, se convirtió en comentarista de ‘Premier’, en TVE. Aunque, sin duda, fue ‘El día después’, espacio de Canal+ el que le llevó a la fama y a cosechar el tremendo cariño del público por su particular sentido del humor.
Con él se marcha una manera muy peculiar de narrar y de entender el fútbol. Fiel siempre a sus raíces, pero mostrando una gratitud inconmensurable por una España que le acogió, le mimó y donde hoy ha muerto, en su capital, a los 61 años por culpa del maldito cáncer.
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