No ha pasado ni siquiera un mes desde que Camilo Sesto nos dejara y, desde hace unos días, su testamento, la herencia y las últimas voluntades, se han convertido en un tema de conversación más que recurrente en los medios de comunicación. Lo primero, parece haberse verificado que el heredero universal del cantante será su único hijo, Camilín Blanes -que tiene problemas de salud-.
Será hoy, día 30 de octubre, cuando se leea ese testamento, pero varios medios de comunicación, que aseguran haber tenido acceso al escrito, han ido dando pinceladas. Una de ellas, que estre esas voluntades que dejó plasmadas, estaría la de que se erigiera un museo en su memoria en la localidad alicantina de Alcoy, la que le vio nacer.
El albacea, es decir, quien se encargue de que se cumplan todos los deseos de Camilo, será un hombre de su total confianza: el que ha sido hasta sus últimos días su administrador, Cristobal Huete. Una persona que, sin embargo, estaría muy alejada de su hijo y de la madre de este, Lourdes Ornelas.
A Cristobal le corresponde pues la tarea de recopilar todos aquellos bienes del artista que considere de interés para ser expuestos y llevarlos a ese futuro museo. O lo que es lo mismo: podrá llevarse de esos inmuebles que ahora caerán en manos de Camilín, todas aquellas piezas que puedan suscitar un interés en sus fans de ser contempladas.
¿Qué pensará Camilín de todo esto?
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