Cuando se trata de definir el glamour no hay nada como echar la vista a los años dorados de Hollywood. Actrices como Marilyn Monroe, Audrey Hepburn o Sophia Loren no solo fueron el hechizo necesario que mantenía en pie la magia del cine sino que también esculpieron durante décadas la idea de la belleza femenina.
En estos tiempos en que estamos prestando más atención que nunca al cuidado personal, hemos rescatado los trucos, consejos, fórmulas y productos de belleza que utilizaban ellas y que siguen vigentes a día de hoy.
Marilyn Monroe: su truco doméstico del champú seco
"En Hollywood, la virtud de una chica es mucho menos importante que su peinado”. Efectivamente, Marilyn era rubia por vocación: su icónica melena platino era un retoque cada tres semanas con peróxido y blanqueador a cargo de los estilistas de Hollywood en la época Kenneth Battelle, Gladys Rasmussen y Pearl Porterfield (también responsable del rubio casi blanco de Jean Harlow). Hoy el campo de la decoloración ha avanzado mucho hacia productos menos agresivos pero sí hay un truco de cuidado del cabello que podemos aprender de Marilyn. La actriz minimizó la frecuencia de lavados frotando suavemente polvo de talco (ella utilizaba el clásico Johnson’s Baby Powder) tamizado en las raíces. Un antecesor doméstico del champú seco.
De Marilyn han trascendido numerosos trucos de belleza. Se sabe, por ejemplo, que para conseguir su reconocible brillo ante las cámaras, solía aplicarse una gruesa capa de vaselina o de Nivea Crème (la icónica lata azul) antes del maquillaje. Además, Marilyn tenía una piel naturalmente seca, con lo que utilizaba cremas untuosas y muy hidratantes para nutrirla: un bálsamo creado por el dermatólogo Erno Laszlo con base botánica creado exclusivamente para ella con el nombre de Phormula 3-8 y que años después se comercializaría como Phormula 3-9, una hidratante multiuso (Active Phetilyl Cream, de Erno Laszlo) y la legendaria Eight Hour de Elizabeth Arden. Es conocido también que para obtener su reconocible rojo de labios pedía a su maquilladora que mezclara hasta cinco tonos distintos (aplicando los más oscuros en las comisuras y los más claros, en el centro), con lo que conseguía un efecto de mayor volumen. Y su relación con el perfume Chanel Nº5 escribió una página en la historia, pero no todo el mundo conoce que la actriz no solo lo utilizaba para ir a dormir (se aplicaba cinco gotas en la piel) sino también como parte de su rutina tonificante: solía vertir un poco de la fragancia en sus famosos baños de hielo con los que mantenía la piel más firme.
Audrey Hepburn: los trucos para una piel que envejece bien y unas pestañas que parecen de cine
“Para tener unos labios bonitos, di solo palabras amables”. Años después su hijo Luca Dotti reveló en una entrevista con Yahoo algunas de las perlas de bienestar de su madre, posiblemente la única mujer en Hollywood que no tenía miedo de envejecer. En la rutina de belleza de Audrey Hepburn la hidratación era fundamental (de hecho, una piel hidratada es la base para la renovación celular de la piel), tanto como la dieta. Comía muy poca carne y tomaba muchas frutas y verduras de temporada: en invierno escogía piezas ricas en minerales y vitamina C, y en verano, cuando el cuerpo necesita menos energía pero pierde más agua, primaba las verduras con mucha agua.
Además, su legendaria mirada era producto de un truco doméstico: antes de aplicar la máscara de pestañas separaba uno a uno los pelos con la ayuda de una aguja, un consejo que aprendió de su maquillador Alberto De Rossi.
Su icónica melena (no importa si larga o corta, siempre brillante) la cuidaba con un producto que el estilista Philip Kingsley creó específicamente para ella: Elastizicer, un tratamiento para reforzar el volumen y la elasticidad del cabello que la actriz utilizó durante años y que finalmente el peluquero acabó comercializando. Tanto éxito tuvo que hoy en día se vende un Elasticizer cada dos minutos en todo el mundo.
Sophia Loren: el ritual de baño para una piel perfecta
“La belleza llama la atención, la inteligencia y el ingenio te darán reconocimiento, pero el encanto te hará memorable”. En 1984 la bomba italiana escribió un libro, Women and Beauty, lleno de trucos, dietas y ejercicios, pero el ritual favorito de la actriz era el “spa en casa” una vez por semana. “Si tienes familia, una buena manera de programar tu spa es elegir una noche en la que se emita su programa de televisión favorito. Deja claro a todos que esa noche, durante ese espectáculo, no debes ser molestada. No te sientas culpable por hacer esto”, decía Sophia Loren.
Esta rutina comienza con algunos ejercicios de estiramiento y música relajante. A continuación, hay que colocarse una mascarilla hidratante en el rostro y preparar una bañera de agua caliente con sales, aceite de oliva o leche en polvo ("usar leche fresca me parece un desperdicio”, decía). “Mientras estás en el agua, pule talones y codos con piedra pómez, cepilla todo el cuerpo con un cepillo específico, retira las cutículas de las uñas con una toallita y, si es necesario, depílate con una cuchilla. Aclárate con agua fría, aplica una loción corporal o aceite mientras la piel aún está húmeda, y después hazte una pedicura. Al final de este spa estarás lista para tomar una copa de vino o una taza de té. Y serás irresistible”.
Elizabeth Taylor: el masaje facial para un efecto buena cara
“Sírvete un trago, ponte un poco de lápiz de labios y cálmate”. Más allá de su fascinación por los pintalabios y las gemas, en su libro de 1987, Elizabeth Takes Off, describe una serie de ejercicios caseros que le gustaba realizar dos veces al día, incluido el llamado "protector de cara" que, según decía, "ayuda a promover un mejor tono en el cuello y la mandíbula al reducir la tensión en la parte superior de la columna vertebral, cuello y cabeza. Siempre me veo más relajada y descansada después de hacerlo diez veces”.
Un ritual en tres pasos:
- Colócate derecha y estirada, y junta las manos detrás del cuello, en la base.
- Con una presión suave y constante, empuja la cabeza y el cuello hacia atrás, manteniendo las manos juntas.
- Empuja y aguanta contando hasta cinco.
Rita Hayworth: el truco para un moldeado en casa
“Siempre he sentido que uno de los secretos de la verdadera belleza es la sencillez”. La actriz era conocida por su resplandeciente melena roja en Gilda. Hayworth mantuvo el color en forma con un tratamiento casero que consistía en impregnarlo en aceite de oliva después de lavarlo y envolverlo en una toalla durante 15 minutos. Después lo enjuagaba con una solución de agua caliente y zumo de limón.
Mae West: aceite de coco para un cutis de bebé
“Nunca se es demasiado viejo para rejuvenecer”. De hecho, la propia actriz seguía una rutina de cuidado facial para mantener su piel joven. Era incondicional del aceite de coco que aplicó a diario durante años en cara y cuello, pero también del aceite corporal para bebés, tal y como confesó ella misma en una entrevista en 1979: “Mantiene la piel suave, así es como he cuidado la mía. Siempre uso aceite de bebé, pero tiene que estar tibio y necesitas que un hombre te lo ponga por todas partes”, dijo.
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