El confinamiento puede haber favorecido a quien ha podido ralentizar la vida y compartir con la familia sin sufrir menoscabo económico ni preocupaciones de salud, pero sí que ha pasado factura a nuestro estado físico. Más allá de los kilos de más, la inactividad y las largas horas de teletrabajo se sufren, sobre todo, en las piernas. Los efectos colaterales del exceso de silla son múltiples: desde una ligera pesadez que se alivia con el paseo de las ocho, hasta una hinchazón notable debida a la retención de líquidos que requiere más atención.
No son síntomas exclusivos de esta crisis del coronavirus: el 80% de las mujeres (y también muchos hombres) los sufren en cuanto aumenta el calor y sube su carga de trabajo. Para solucionar el problema, la recomendación primera es cambiar el estilo de vida: alimentación sana, dos litros de agua al día y caminar al menos 30 minutos diarios. Además existen alivios más rápidos.
Para un plan de choque inmediato, lo mejor es aplicar un chorro de agua fría en círculos ascendentes, desde los pies al cuello (si tienes valor) o desde los pies a la zona alta de la pantorrilla, masajeando la zona. A continuación, siempre con ropa cómoda, siéntate con las piernas en alto. Una hora en esta posición favorece la circulación sanguínea de retorno. Además, si aplicas cualquier crema específica para aliviar las piernas, mejorará absolutamente esa sensación de pesadez.
Aún puedes dedicarles algo más de mimo a tus piernas si tu objetivo es disfrutarlas con tanta ligereza como Jennifer Lopez. Un buen aparato en el que invertir tiene que ver con la presoterapia: compresión y descompresión mediante unos manguitos para activar el sistema circulatorio, incrementar la oxigenación y evitar la retención de líquidos. A partir de 100 euros ya puedes encontrar aparatos de calidad suficiente. Como alternativa o tratamiento añadido, te animamos a probar un masaje linfático, uno de los más clásicos en el menú de las clínicas de estética. Tus piernas te lo agradecerán.
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