Desde hace varias temporadas, el rubio platino se ha erigido como una de las tendencias a seguir en lo que a tonos de pelo se refiere. Ha llegado para quedarse. Ha dominado el street style y tomado las melenas más imponentes en todas sus versiones. Una de ellas, ahora, la de María Pedraza.
La actriz se ha tomado al pie de la letra aquello de que septiembre es época de cambios y así lo ha dejado claro a través de su cuenta de Instagram, donde ha sorprendido a todos los que se pasaban por su perfil con su cambio radical. Su melena rizada, larga y pelirroja, que ya había pasado al bob hace unas semanas, ahora se presenta despeinada despeinado con el rubio platino como protagonista, pero dotado de un toque grunge dejando oscura la raíz.
A pesar de que la actriz nos ha tenido siempre acostumbradas a un estilo muy marcado, su apuesta por la última tendencia ha sido todo un acierto, y es que su nuevo look aporta ese toque de rebeldía y carácter que da personalidad a cualquier estilismo.
Aunque la tendencia y el cambio al rubio en general resulte de lo más favorecedora también tiene su parte negativa. Y es que, en especial en el caso de María, el pelo tiene que someterse a una agresiva decoloración para conseguir un tono casi blanco. Esta reseca el pelo, lo fragiliza y afina y deteriora la fibra capilar. Pero esto no impide que podamos pasarnos al platino. Desde la firma de cuidado para el cabello Leonor Greyl nos dan los consejos para sumarnos a la tendencia sin que nuestra melena se deteriore.
– Desenredar con mimo. El pelo teñido y con mechas se enreda más y si a esto se suma que se vuelve más frágil y fácil de romper, es imprescindible cepillarlo con suavidad para deshacer los nudos antes de lavarlo.
– El champú correcto. No valen todos. Si las melenas teñidas o con mechas deben lavarse con champús específicos, en el caso de los rubios como el de Pedraza, esto se vuelve aún más obligatorio. Debe tratarse de un champú que reduzca la oxidación del color, fije los pigmentos y proteja el cabello. Desde la marca proponen su Shampooing Reviviscence, rico en extracto de amaranto, vitaminas B y C y lavanda marina, repara la barrera lipídica de la fibra capilar. Está disponible por 52 euros.
¡Lo quiero!
– Hidrata siempre con mascarilla. «Si el champú tiene la misión de mantener el tono, la mascarilla debe reparar de forma intensa. No temas utilizarla en cada lavado, siempre que se extienda de medios a puntas.», cuentan, y es que, aunque de forma normal se usaría como máximo una o dos veces por semana, en el caso de los platinos se necesita un gran extra. En Leonor Greyl recomiendan Masque Quitenssence (99 euros), de acción ultra intensiva, palia los daños provocados por decoloraciones, permanentes y demás agresiones químicas. Contiene aceite de Copoazú y aceite de nuez de manketti para reparar y regenerar el cabello más dañado y fragilizado.
¡La quiero!
– Nutrición extra. «No basta con hidratar. Cuando se trata de colores extremos como el rubio platino, hay que nutrirlo en profundidad con productos ricos en proteínas», afirman.
– Pigmentos a medida. «Una vez por semana o cada diez días como mucho, conviene acondicionar el cabello con un producto de pigmentos acordes con nuestro tono», especialmente, para evitar que el rubio se vuelva amarillo.
– Huye de las siliconas. «La película que crean alrededor del cabello hace de pantalla e impide que penetren los productos hidratantes, nutritivos o reparadores que se apliquen posteriormente. Pueden impedir incluso que las coloraciones alcancen en profundidad la fibra capilar y provocar que la coloración dure menos.»
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