La tiara Delhi Durbar – Joyas de la Corona Inglesa

El 9 de abril de 2005 Camila Parker Bowles y el príncipe Carlos se casaban y oficializaban así una relación que había comenzado más de tres décadas atrás, se había visto interrumpida por los matrimonios de ambos con Andrew Parker Bowles y Lady Di, y habían retomado tras sus divorcios, aunque la sombra de que nunca dejaron de verse y quererse siempre ha planeado sobre la relación.

Para ese día tan especial en el que Camila por fin se convertía en duquesa de Cornualles, escogió dos sencillos atuendos: para la boda civil optó por un conjunto de vestido y abrigo en blanco roto mientras que para la ceremonia en la capilla de San Jorge lució un vestido y levita con cola en seda azul con bordados dorados. Una cosa tenían en común ambos looks: Camila no usó tiara y adornó su cabeza con una pamela con plumas y un tocado.

La razón más probable es que descartara la tiara porque se trataba de un segundo matrimonio. De hecho, para su primera boda sí lució una tiara de origen familiar que más tarde también llevaría su hija Laura para su matrimonio con Harry Lopes. Al igual que Camila, la princesa Ana también prescindió de la tiara para su segunda boda, con Sir Timothy Laurence en 1992.

Otra de las razones es que la boda de Carlos y Camila no fue religiosa, aunque sí pasaron por la capilla de San Jorge en Windsor para asistir a una misa en la que el arzobispo de Canterbury bendijo a la pareja.

Lo que sí tenemos claro es que si Camila hubiera decidido llevar una tiara esa habría sido la tiara Delhi Durbar. Se trata de una espectacular diadema con diamantes engastados en platino y, en su origen, coronada con esmeraldas, que fue encargada a la joyería Garrard para que la reina María de Teck, abuela de Isabel II, la luciera en una importante ceremonia imperial en la India.

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Esa tiara sería prestada más tarde a su nuera, Isabel Bowes-Lyon, conocida como la Reina Madre, para terminar en el joyero de Isabel II, que sorprendentemente nunca la ha lucido en público, aunque sí ha llevado algunas de las piezas que forman parte de la tiara a modo de broche. Una pieza llena de historia y significado, que se ha ido modificando con el paso de los años, y que llegó en préstamo a Camila en 2005, cuando se convirtió en duquesa de Cornualles.

Camila la lució por primera vez en octubre de ese año en una recepción oficial a los reyes y herederos de Noruega, convirtiéndose en la primera tiara del imponente joyero de la Corona Inglesa que lucía como duquesa.




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