‘Imperios de Nueva York’: Donald Trump y otros cuatro magnates en la serie documental de Movistar+

A finales de los años setenta, Estados Unidos era un país que estaba perdiendo el rumbo, el sueño americano se estaba esfumando y la Gran Manzana estaba a las puertas de la insolvencia con una deuda de trece mil millones de dólares.

A pesar del caos y con la tasa de criminalidad disparada, para algunos surgieron grandes oportunidades. Imperios de Nueva York es una serie documental de seis episodios que explora la ciudad en esos convulsos años a través de la figura de los cinco conocidos magnates: Ivan Boesky, Donald Trump, John Gotti, Leona Helmsley y Rudy Juliani. El jueves 21 de enero a las 22.10, Movistar+ estrena la primera entrega, mientras que los cinco siguientes se podrán ver los jueves a las 21.10h.

Con la llegada de Ronald Reagan a la presidencia, defensor del sistema capitalista, estos cinco neoyorquinos vieron su gran oportunidad para cambiar el significado del sueño americano: Ivan Boesky, el especulador y verdadero lobo de Wall Street; Donald Trump, el magnate inmobiliario que llegó a ser presidente de Estados Unidos; John Gotti, el auténtico padrino de la mafia; Leona Helmsley, dueña de la cadena más importante de hoteles de lujo de Nueva York y Rudy Juliani, el fiscal de elevada moral que llegó a ser alcalde.

La producción muestra el ascenso a los cielos de estos cinco empresarios que, de alguna manera, definieron una de las décadas más importantes de la historia de la ciudad. Con imágenes de archivo y entrevistas exclusivas, Imperios de Nueva York se acerca a cinco personajes que dieron forma a la obsesión mundial por el poder, la riqueza, la fama y el deseo de ganar a toda costa. En cada uno de los seis episodios sus historias se irán entremezclando con los testimonios reveladores e inéditos de periodistas y amigos.

Episodios

1. La oportunidad del caos

A principios de los 80 Estados Unidos estaba una profunda recesión. La oscura y sucia ciudad de Nueva York tenía una deuda y una tasa de criminalidad completamente disparadas. Para cinco magnates de la ciudad, esto supuso una gran oportunidad. Gracias a su agresividad y buen ojo para la prensa, empezaron a tener poder y fama, cambiando el mundo para siempre.

2. Nada en su camino

Wall Street logró cifras históricas entre 1983 y 1985 después de años de recesión, los clubes nocturnos estaban llenos de gente, y los cinco grandes empresarios de la ciudad estaban saboreando el éxito. Se podía decir que la Gran Manzana había vuelto, pero querían más más poder, más dinero y más fama. Cruzaron muchas líneas, pero a nadie le interesaba pararlos.

3. La imagen lo es todo

A mediados de los 80 estos cinco empresarios neoyorquinos cambiaron nuestra forma de entender el poder y el éxito. Hacían alarde de su riqueza y arrogancia, y el público compraba sus historias, encantado con sus engaños y mentiras. Sin embargo, pronto aprenderán que una exposición excesiva puede causar graves problemas.

4. Secretos y mentiras

Es el año 1986. El público sigue admirando a estos cinco empresarios neoyorkinos. Su éxito parece no tener límites. Pero lo que nadie sabe es que ocultan oscuros secretos, que cuando salgan a la luz, y el mundo descubra quiénes son realmente, las consecuencias serán devastadoras.

5. Fin de la fiesta

El lunes 19 de octubre de 1987 conocido como “Lunes negro”, se desplomaron los mercados de valores de todo el mundo. La economía colapsó y el gran mercado alcista de los 80 se derrumbó. Los cinco magnates de Nueva York se vieron afectados acusaciones, penas de prisión, deudas. Mientras unos huyeron con lo que podían, otros siguieron sintiéndose invencibles.

6. La codicia: el legado de los 80

Devorados por su propio éxito, los cinco empresarios de Nueva York se enfrentan a destinos muy diferentes: unos en la cárcel, otros esperando sentencias, o enfrentándose a grandes derrotas. El mismo público que una vez admiró su éxito, ahora les da la espalda. Aun así, un nuevo tipo de sueño americano ha llegado para quedarse. La imagen del éxito es primordial, y no importa cómo se logre.

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