Cómo equilibrar tu tiroides a través de la dieta

Es fundamental para tener un buen desarrollo y un correcto funcionamiento metabólico. Sin embargo, la glándula tiroides puede alterarse y esa disfunción provoca daños en la salud. Te contamos todo sobre esta glándula y cómo puedes cuidarla a través de una dieta saludable.

¿Qué es y para qué sirve la glándula tiroides?

Es una glándula en forma de mariposa que se encuentra situada en la base de la garganta, en la parte central del cuello. Su función es producir y liberar las llamadas hormonas tiroideas (T4 o tiroxina y T3 o triyodetironina) encargadas de la regulación del metabolismo, el crecimiento y de una gran parte de funciones corporales. Como verás es pequeñita pero tiene una grandísima responsabilidad y puede afectarte mucho su desequilibrio.

El hipotiroidismo supondría una disminución de la actividad de la glándula tiroides que produciría un menor número de hormonas del necesario para el buen funcionamiento del cuerpo. El hipertiroidismo sería la enfermedad endocrina que se daría en el caso contrario, una producción excesiva de hormonas tiroideas.

Cuando tu tiroides está alterada y no produce las hormonas suficientes (hipotiroidismo) pueden darse síntomas como un aumento de peso sin razón aparente, que notes tus uñas más frágiles y quebradizas, piel seca, estreñimiento, fatiga, calambres, hinchazón en la cara, debilidad muscular…

Sin embargo si el problema es de hipotiroidismo, la glándula está muy estimulada y el metabolismo se acelera. Los síntomas comunes son irritabilidad, pérdida de peso, caída del cabello, debilidad… Y la dieta es una parte importantísima para regular ambos problemas.

Alimentación e hipertiroidismo

En casos de hipertIroidismo, la sal yodada, la soja (y sus derivados), los alimentos procesados, los pescados y mariscos, la yema de huevo y los lácteos serían alimentos a reducir en la dieta. Se recomienda consumir con moderación los cereales, la pasta y la carne.

La fruta y la verdura son tus mejores aliados casi siempre y también en esta ocasión. Los frutos secos como las nueces y la clara de huevo también se podrían consumir en abundancia.

Alimentación e hipotiroidismo

Cuando existe una alteración de hipotiroidismo se recomienda reducir también los alimentos procesados, las grasas y el azúcar. Consumir con moderación soja y derivados, melocotón, pera y fresas, y las verduras crucíferas como el brécol, las espinacas o el repollo, y también cereales con gluten. Por el contrario se recomienda consumir especialmente huevos, carnes, pescados y lácteos, las frutas y verduras restantes a las que se consumirían con moderación, y cereales sin gluten.

Si tomas medicación para hipotiroidismo evita los alimentos ricos en calcio, suplementos de hierro y algas porque podrían interferir con la medicación. Lo ideal sería tomar tu medicamento lejos de las comidas (al menos dos horas antes o después) para asegurar su eficacia.

Para completar una dieta saludable es importante realizar actividad física regularmente, beber suficiente agua (unos 2L diarios) y tener un buen descanso. Intenta reducir el azúcar en tu día a día, aumentar el consumo de frutas y verduras y preparar tus alimentos a la plancha o al horno.

Si sospechas que puedes tener una alteración de la glándula tiroidea lo ideal es visitar a un endocrino que pueda valorar tu caso en concreto y te recete la medicación adecuada. Pero con estas pautas podrás prevenir y mantener más sana tu tiroides y tu cuerpo en general. ¡Haz de tus alimentos tu medicina!

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