La preguntas la hemos lanzado al aire, y la respuesta, de haberla, la cogeremos al vuelo, aunque la intuímos, nos la imaginamos. Paula Echevarría, quien no para entre presentaciones, grabaciones y viajes, estuvo el pasado fin de semana en Londres de viaje con su pareja Miguel Torres y su hija Daniela y la sucesión de estilismos que ha ido dosificando en su cuenta de Instagram ha sido una maravilla, mejor que un souvenir. En una ciudad donde el sol no brilla de manera exagerada y las nubes amenazan ininterrumpidamente, era importante llevar en la maleta ropa de abrigo (y sobra decir, en tendencia) a pesar de que en Madrid las máximas no bajan de 30 grados.
Tras la chaqueta de tweed en tonos rojos que se puso con sus leggings favoritos encerados, y la americana de cuadros que llevó con sudadera (¿hay algo más a la moda que esto?), pantalones pitillos y zapatillas deportivas blancas, Paula Echevarría hizo ayer un triple en tendencias con el que es el primer abrigo (¿o trench?) que se pone en la temporada otoño invierno 2019. Toma ya. Y lo hizo en Londres. Y con los leggings efecto piel que tan bien quedan y que son tan socorridos (hasta la Reina Letizia los tiene) porque siempre es un buen día para llevarlos con botas, zapas o bailarinas.
Largo, aunque no hasta los pies, y del color más ponible que existe porque combina tanto con los looks negros como con los marrones, el gris, Paula inauguró su armario de prendas cálidas en el norte de Europa y con sus inseparables complementos: bolsos pequeños cruzados en los que cargar lo imprescindible para una jornada de turismo y su mítica gorra negra parisina con una pequeña visera.
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