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Un ataque racista, homófobo, machista o tránsfobo nunca es algo agradable de vivir y tampoco de contar, pero Keyla Suárez, primera concursante trans de ‘La isla de las tentaciones’ en su sexta edición , lo ha vivido estos días en sus propias carnes. La joven, de sólo 22 años, ha vivido un horrible y desagradable episodio en el pueblo canario de Gáldar mientras iba por la calle con amigas y familiares. Según ha contado en su cuenta de Instagram, estaba tranquilamente de fiesta celebrando, para más inri, el Orgullo LGTBIQ+ (que se ha desarrollado del 12 al 18 de junio en esta localidad) cuando, al pasar por una calle, se encontró de bruces con un grupo de unos 10 chicos, y ahí su suerte esa noche cambió.
Según ha mostrado con un vídeo, los energúmenos en seguida la reconocieron: «Me llamaron travelo y me escupieron en la cabeza, en el pelo y en el pecho», ha dicho entre lágrimas de principio a fin en el vídeo, que suma ya más de 30.000 ‘me gusta’ y varios miles de comentarios dándole su apoyo. «Lloro de rabia porque estas cosas sigan pasando. Siempre que ves estas cosas por la tele o las redes sociales nunca piensas que te vaya a pasar a ti. Es muy ‘heavy’, pero más heavy es la respuesta que me ha dado la Policía al respecto«, ha contado también.
Lejos de mostrar interés por la situación que había vivido Keyla, que además tenía bastantes testigos, según ella los agentes le contestaron con despreocupación: «Me han dicho ‘bueno, muchacha, tú no te preocupes, mañana vas y lo denuncias. Si ya están identificados’. O sea que yo me voy a mi casa con un ataque de ansiedad y las personas que me acaban de escupir e insultar siguen de fiesta tan tranquilos«, ha relatado con rabia.
Keyla, que hace un tiempo reveló cómo fue su complicada transición, asegura que no se va a callar por mucho que la amedrenten: «Luego se preguntan que por qué el Orgullo LGTBIQ+ sigue existiendo, que por qué seguimos reivindicando. Pues por cosas como estas, porque no me parece normal que yo tenga que salir a la calle con miedo por ser quién soy«. «No me voy a quedar callada, no por mí, sino por todas mis compañeras trans que tienen que sufrir lo mismo que yo. Nadie me va a callar, me da igual las veces que me insulten y me escupan. No me voy a callar, y esto no se va a quedar así. Espero que la gente se dé cuenta de la mierda que vivimos«, ha añadido dolida, triste y enfadada.
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