No hay nada mejor para que se deje de especular sobre uno que alzar la voz y dar tu versión. Enrique Ponce ha optado por ese camino. Y no solo por esa llamada que hizo a ‘Sálvame’ en la que pedía respeto por él, para Paloma Cuevas, sus hijas y sus familias. Este miércoles, el torero habla en la revista ‘Semana’, la misma que siete días atrás destapa la ruptura de su matrimonio.
Enrique lo reconoce: «Ana y yo estamos enamorados». Sin dar vueltas. Directo al grano. Lo que sí aclara es que no ha habido infidelidad a Paloma, sino que se conocieron cuando su historia había sido dada por finalizada por ambas partes. Porque en los últimos días se había hablado de que llevaría con esta joven (que, por cierto, ha abierto su perfil de Instagram al público enseñando sus cartas) un año. Él lo desmiente.
Ana y yo estamos enamorados»
Ponce sentencia que han tratado de ser lo más discretos posible por Paloma, por no ahondar en la herida. Pero lo cierto es que el punto y final tras 24 años de matrimonio, ha supuesto una revolución en los titulares de la prensa rosa muy complicada de frenar. Y ese es el motivo por el que él ha decidido dar la cara, en un gesto de cariño por la madre de sus hijos, para evitar que se siga divagando por los caminos de la rumorología.
La ruptura con Cuevas ha sido amistosa «y sin dramas», según explica Enrique. Unas palabras en la línea de ese comunicado conjunto (que puedes leer aquí) que lanzaban el pasado lunes advirtiendo que, todos aquellos que continúen difamándoles, tendrán que atenerse a las consecuencias legales, puesto que se reservan el derecho a que sea la Justicia quien actúe.
Refugiado en Mojácar junto a esta estudiante almeriense de 21 años, el diestro solo quiere tranquilidad para poder empezar este nuevo capítulo de su vida en el que la traición, como se había asegurado días atrás, no es uno de los elementos. Tan solo el amor y el agotamiento de la relación anterior han sido responsables de que dé este pase de pecho.
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