No podía ser menos oportuno el fallo de la Justicia en contra de Agustín Pantoja. Por si en Cantora tuvieran poco revuelo, el hermano de Isabel ha visto cómo un juez ha desestimado la demanda que interpuso este contra Mediaset, alegando que él no era un personaje público y que, por tanto, los programas de su parrilla no tenían por qué hablar de él y meterse en su vida.
Lo hicieron al relacionarle con algunos de los asuntos que salpicaban a su hermana, de quien se ha convertido en sombra desde hace años. Y, ahora, se ha determinado que sus denuncias no tienen ningún recorrido. No solo eso, sino que obligan a Agustín a pagar los 15.000 euros de las costas derivadas del proceso. Y no es la única batalla en la que ha salido perdedor en las últimas semanas.
En esa promoción de ‘Cantora: una herencia envenenada’, el espacio que lleva dos viernes emitiendo Telecinco, se podían ver imágenes del tío de Kiko Rivera. Este pidió a su abogada que interpusiera medidas cautelares para que se parara la emisión. Se le denegó, porque se considera que, al ser la sombra de una de las mujeres más influyentes de nuestro país, es inevitable que en la prensa se hable de él.
En la sentencia que acaba de dictarse, el juez es claro: «Agustín tiene cierta relevancia pública, en cuanto que es hermano de doña Isabel Pantoja, por lo que se pueden enmarcar las escasas alusiones al actor dentro del ejercicio de la libertad de expresión«. Así que suponemos que las duras palabras que le dedicó su sobrino el pasado 13 de noviembre, tampoco serán punibles.
«Hasta el 2 de agosto mi tío Agustín siempre ha sido una referencia de padre para mí, al que le he pedido consejos y demás. A sabiendas de que no tenía ni puta idea, claro, porque a la vista está de cómo está mi madre», comenzaba el DJ, que deja ver la desilusión que se estaba llevando al descubrir ciertos aspectos de sus familiares más cercanos.
«Sabes que yo no me callo, lo primero que tiene que hacer una persona es aceptar cómo es y una vez que aprendes a aceptar cómo eres, puedes ser feliz y no es malo, cada uno es como es y se respeta y se quiere a todo el mundo. Hay que aprender a respetar cómo eres, mi tío ha pecado de eso, creo que es una amargado y un infeliz», eran las palabras más duras que le dedicaba, antes de explicar que su tío siempre había menospreciado su trabajo en el mundo de la música.
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