Música, memoria y emoción en el homenaje a los sanitarios

Llegué prontísimo a la Plaza de los Sagrados Corazones de Madrid. La mañana del 18 de diciembre en la capital era para congelarse. Los Reyes presidían uno de los últimos actos oficiales previos a la Navidad. Antes de que los Monarcas hicieran su llegada tuve la oportunidad de acercarme a Luz Casal, que estaba ensayando junto al piano, instalado en la esquina con el Paseo de La Habana. Luz puso la voz y la música a una mañana fría y de cielo gris: “Es un honor. Y es un recuerdo a los que se hanido, sobre todo a los profesionales de Sanidad y Farmacia que han perdido su vida ayudando a los demás”, me dijo en los minutos previos.

A las 10:30 en punto dio comienzo el homenaje, con el Bernabéu al fondo, cubierto de grúas y andamios. Frente a la Torre A del estadio y la Iglesia de los Sagrados Corazones Felipe VI y Letizia inauguraron el monumento El Árbol de la Vida.
Los Reyes fueron recibidos por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con un abrigo verde muy luminoso, el alcalde José Luis Martínez-Almeida y el ministro de Sanidad, Salvador Illa.Comenzó el homenaje guardando un minuto de silencio en memoria y reconocimiento a los profesionales sanitarios fallecidosen el ejercicio de su profesión.

La periodista Sonsoles Moralejo ejerció de maestra de ceremonias en un acto simbólico en el que los profesionales de los centros sanitarios y los farmacéuticos se convirtieron en los protagonistas. Escuchamos palabras en recuerdo de los que ya no están y un cálido aplauso para los que siguen en la lucha. Y también escuchamos que la obra, de Jaume Plensa, representa los grandes valores de la humanidad: la solidaridad, la generosidad y la empatía frente al sufrimiento. Un legado, un recuerdo en el tiempo. El escultor, autor de La Cabeza de Julia, en la madrileña Plaza de Colón, es premio Velázquez de las Artes. “En recuerdo del esfuerzo y compromiso de los profesionales sanitarios”, reza la placa junto al monumento.

Después de posar junto al monumento-escultura, en color blanco y rojo, coronado por un gran corazón, don Felipe y doña Letizia se acercaron a un grupo de farmacéuticos que se encontraban en la puerta de su farmacia a escasos metros de la escultura. Se escucharon muchos vivas al Rey.
El acto concluyó con la voz de Luz Casal. La cantante gallega escogió “Entre mis recuerdos”,una canción que escribió cuando falleció su padre en 1995. Tras su interpretación, Felipe VI y Letizia se acercaron a darle las gracias por unos instantes tan cálidos y emotivos. Fue una mañana de recuerdos y de emociones.

Este homenaje a los profesionales de la Sanidad en un durísimo año de pandemia llega en reconocimiento a su trabajo, su esfuerzo y su compromiso con la salud, con las personas y con la sociedad entera. El COVID ha dejado en el sector sanitario más de 90.000 contagiados en el ejercicio de su profesión; y más de un centenar de fallecidos.

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