Kiko Matamoros y Marta López son una de esas parejas que últimamente han puesto sobre la mesa aquello de ¿el amor no tiene edad? (siempre con permiso, eso sí, de Enrique Ponce y Ana Soria). Matamoros lleva ya bastante tiempo enamorándose de mujeres a las que les lleva unos años de ventaja (desde Makoke, su ex mujer, se le ha relacionado principalmente con veinteañeras).
Las vacaciones de ambos en México después del paso por el hospital de él están dando que hablar, sobre todo por el incómodo papel del colaborador de Telecinco como influencer involuntario.
En esta ocasión, los 63 años de él casi triplican los 22 años de ella. Hay quien dice que en cuestiones del corazón las fechas de nacimiento no tienen importancia, pero es ley de vida que, a medida que nos hacemos mayores, nos sintamos menos cómodos en los códigos, contextos y formas de comunicación de las nuevas generaciones.
Como si de un documental sobre esta cuestión se tratase, varias de las publicaciones de la joven modelo dan testimonio gráfico de Kiko Matamoros sintiéndose bastante desubicado y de ella subiendo stories sin parar… con chocante resultado. La cuenta humorística y de nostalgia noventera en Instagram Star Spanish ha ejercido de hemeroteca para que estas publicaciones efímeras no se pierdan como lágrimas en la lluvia:
Mucho que hablar dio ‘la cobra’ de Kiko Matamoros a Marta López en esta historia que la joven subió a su cuenta de Instagram, en la que incluso podemos ver su cara de sorpresa ante ese mini cabezazo con el que su novio la aparta. ¿Quizá Matamoros estaba un poco harto ya de documentar su amor a todas horas?
Pero todavía le quedaban más momentos incómodos. Por ejemplo, este en el que ambos se prueban un sombrero y él no parece entender que lo que Marta está haciendo un boomerang y no una foto (para ser justos, todos hemos estado ahí, tengamos la edad que tengamos):
Y, por último, nuestro momento incómodo favorito: cuando Marta López despierta a su amado de la siesta con un beso… Y el smartphone capta el microinfarto que le da a Kiko Hernández esta interrupción. Una vez más nos podemos sentir muy identificados:
No queremos con esto ser edadistas ni juzgar a las personas de más de 50 que quieran usar redes sociales. Muchos disfrutan mucho utilizándolas, manejando los códigos o creando los suyos propios. Ahí están esas fotos de bebés con flores para desear los buenos días en whatsapp que a todas las madres, abuelas y tías del mundo les encanta reenviar -y a los demás recibirlas-.
Sin embargo, si hay algo en lo que las relaciones con diferencia de edad resultan más llamativas son en cuestiones como el uso de redes sociales, donde mucha gente de generaciones más veteranas sigue sin sentirse en su salsa o no tienen interés en ponerse al día con los challenges de TikTok. Parece ser el caso de Kiko Matamoros y sus extrañas vacaciones convertido en influencer por sorpresa.
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