Es el verano de Enrique Ponce. Parece que Sonia y Selena tenían razón cuando cantaban aquello de «Cuando llega el calor, los chicos se enamoran», porque el romance entre el torero y Ana Soria está siendo el espectáculo del papel cuché en los últimos meses. Y no solo eso: la nueva vida de Ponce, alejado de Paloma Cuevas y ajeno a comentarios como los de Santiago Segura nos ha presentado a un Kike de lo más dicharachero, juvenil y ansioso por nuevas experiencias, que hasta tiene pensado aventurarse en el universo de la canción.
Con el mundo por montera y la única faena que de verdad le importa este verano, consagrar su liberación, Parece que el -casi- divorcio le ha cambiado por completo, o simplemente, solo ha sacado a relucir su verdadero yo. Sea como fuere, no es todo un camino de rosas (aunque sus besos por los balcones digan lo contrario) para el torero y su enamorada, porque aunque se mantengan ajenos a las habladurías y a la latente furia de Paloma Cuevas, su propio círculo no está muy seguro del futuro de este amorío estival. O al menos, no las amigas más íntimas de la joven estudiante de derecho.
El ‘incidente’ tuvo lugar cuando tras la cogida de Ponce en el Puerto de Santa María (de la que salió airoso) la pareja fue a cenar con los amigos de Ana y durante la velada, se fueron de la lengua con las críticas hacia el torero. Según Carmen Pardo, el círculo de Ana podría no estar del todo feliz con su relación con Enrique según varias informaciones de la colaboradora de ‘Espejo Público’.
«La pareja fue a cenar al restaurante ‘La Cuchara’, ubicado en el Puerto de Santa María con toda la ‘chupipandi’ de Ana. Hubo un momento de mucha tensión en la cena, ya que una pareja amiga de Soria protagonizó una pelea dentro del local. Ponce tuvo que mediar para que todo se relajara», ha afirmado la periodista de ‘Antena 3’.
Pero sus declaraciones no se quedan ahí: «Las amigas de Ana Soria cuando salían a fumar ponían verde a la pareja, diciendo que estaban muy cariñosos, muy empalagosos… Había prensa en la puerta de ese restaurante. Han llegado a decir que Ponce es un poco aburrido, por los temas taurinos y que los jóvenes no llegan a enganchar el tema», finalizaba la colaboradora televisiva. Por lo que a pesar del esfuerzo de la pareja por aunar ambas generaciones los años se resienten, al menos, entre las amigas de Ana.
¿Tendrá razón Rosa Belmonte y la relación entre el torero y la estudiante está destinada al fracaso? Solo el tiempo dirá… pero los planes de boda ya están sobre la mesa.
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