La cita era en la Biblioteca Nacional, y el motivo, la inauguración de ‘Delibes’, una exposición que celebra el centenario del nacimiento del escritor y periodista. Y como cabía esperar, la Reina no solo ha repetido look, confirmando una vez su apuesta por la austeridad que llevamos viendo en sus looks desde hace semanas, sino que también ha apostado por un vestido imponente para esta cita con las letras.
Está claro que doña Letizia ha hecho del arte del reciclaje su gran aliado ‘sartorial’durante la pandemia del coronavirus, demostrando que no es ajena a la crisis sanitaria, pero también económica, que atravesamos. Y esta vez, repite uno de los looks más exclusivos que guarda en su armario, rentabilizando un Bottega Veneta de unos 2.500 euros que lleva un par de años en su armario y que, con esta, es la tercera vez que lo vemos.
En azul petróleo, con largo midi, falda con caída y cintura marcada, el verdadero encanto de este vestido de una de las firmas favoritas de las influencers (sus bolsos y zapatos son los más clonados del ‘low cost’) está en su escote. Y es que el cuerpo del vestido, además de delicados bordados de mariposas, presenta unas costuras en relieve que realzan el pecho y concentran la atención en su favorecedor escote en uve, ni demasiado pronunciado ni demasiado cerrado.
Para los complementos, la Reina ha apostado por un juego de colores a veces denostado, pero clásico de la Alta Costura: el azul oscuro de su vestido de Bottega Veneta y el negro de sus salones destalonados de Carolina Herrera y su clutch de piel con ribete dorado de Nina Ricci. Sin duda, es el look más exclusivo (y caro) de la Reina de los últimos meses, y puede que ahora nos choque, acostumbradas como estamos a sus vestidos de rebajas de Zara cien veces más baratos, pero también uno de los que mejor demuestra que doña Letizia está en modo ahorro e intenta sacar el mayor partido a las piezas más especiales de su armario.
Fuente: Leer Artículo Completo