- La Reina Letizia sufre un contratiempo con el viento en pleno acto
Esta noche se ha ofrecido para el presidente de Corea, Moon Jae-in y para su mujer, Kim Jung-sook, una cena de honor. Se trata de la primera cena que dan los Reyes desde que el COVID-19 fuera declarado pandemia mundial. Por razones sanitarias y cumpliendo con el protocolo, el aforo se ha reducido en un 50% y solo han podido asistir 60 invitados, mientras que la disposición no ha sido la habitual, sino que tanto los anfitriones como los invitados se han dividido en mesas redondas de seis y no en la tradicional Mesa Imperial de 35 metros de largo. También se ha intentando cumplir con las distancias a metro y medio y el uso de mascarillas ha sido esencial en todo momento, menos cuando han empezado a comer.
Hemos podido apreciar que Doña Letizia ha decidido cambiar el look de por la tarde a uno mucho más elegante. La Reina ha optado por reciclar un vestido que estrenó en el año 2019 durante la entrega del Premio de Periodismo Francisco Cerecedo. Se trata de un vestido midi sin mangas en negro con estampado de flores doradas de Cries Van Noten. Sin duda, lo más característico del outfit de la Reina es que ha decidido prescindir de la tiara.
Es habitual que para este tipo de galas, la etiqueta incluya joyas, pero por un acuerdo entre las dos delegaciones, han decidido que se opte por una opción menos ostentosa y estar un poco en sintonía con lo que estamos pasando por la pandemia. No solo se ha visto reflejado el cambio de imagen en las mujeres. Los caballeros llevaban traje oscuro. mientras que las mujeres iban de corto y sin a penas joyas.
Las parejas han intercambiado obsequios para agradecer la visita. Entre muchos podemos destacar que el presidente Surcoreano y su esposa han recibido por parte de los Reyes una edición facsímil de «Dibujos y Estampas» de Francisco de Goya con carpeta personalizada y un joyero de piel.
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