Estos últimos meses no han sido nada fáciles para nadie debido al coronavirus, pero mucho menos para personas que han tenido otras enfermedades. Ya lo contó, por ejemplo, Dani Rovira, al que le fue diagnosticado un tipo de cáncer llamado linfoma de Hodgkin en plena pandemia, y ahora ha sido la diseñadora Ana Locking la que ha querido desvelar que a ella le confirmaron un cáncer de pecho tres días antes de que diera comienzo el confinamiento, a mediados de marzo, y ha estado luchando en silencio contra éste durante los últimos cuatro meses. Sin embargo, se ha decidido a contarlo ahora.
¿La razón? «Necesito compartir mi historia de estos últimos 4 meses para dar un paso adelante y cerrar, en cierta manera -porque nunca concluye-, esta difícil etapa de mi vida«, ha comenzado escribiendo en su Instagram junto a una foto de ella en pleno tratamiento, y en la que, a pesar de la mascarilla, se la ve feliz en su última sesión de radioterapia: «Tres días antes del confinamiento me diagnosticaron un cáncer de pecho, y, una semana más tarde, me operaban. Parece mentira cuando lo resumo de esta manera, porque han sido tantas sensaciones antagónicas las vividas… como estar en una montaña rusa pasando constantemente del colapso a la recuperación, y vuelta a empezar. Estos días siento que gané la batalla al miedo y a la enfermedad, pero no fue nada fácil», ha revelado.
Ana, además, ha luchado contra la enfermedad en un momento nada fácil por culpa del coronavirus, y sin embargo ha salido airosa de la situación, pero reconoce que ha sido complicado porque su pareja sí ha estado enfermo de COVID y no ha podido cuidar de ella todo lo que le hubiera gustado, pero aún así, la diseñadora se ha deshecho en halagos: «Gracias a mi ángel caído del cielo, el amor de mi vida. Me haces sentir la felicidad muy a menudo y eso que esta vez lo tenías muyyy difícil, estando tú también enfermo por el maldito COVID», ha contado.
🙌 Última sesión de radioterapia!!! 🙌 Publico esta foto por que me parece el momento perfecto para celebrar la vida, el amor y la amistad. 💝 Necesito compartir mi historia de estos últimos 4 meses para dar un paso adelante y cerrar en cierta manera, por que nunca concluye, esta difícil etapa de mi vida. Tres días antes del confinamiento me diagnosticaron un cáncer de pecho y una semana más tarde me operaban. Parece mentira cuando lo resumo de esta manera por que han sido tantas sensaciones antagónicas las vividas…, como estar en una montaña rusa pasando constantemente del colapso a la recuperación y vuelta a empezar. Estos días siento que gané la batalla al miedo y a la enfermedad, pero no fue nada fácil. 💪♥️ Gracias a mi ángel caído del cielo, el amor de mi vida, me haces sentir la felicidad muy a menudo y eso que esta vez lo tenias muyyy difícil, estando tú también enfermo por el maldito COVID. Gracias a mis padres que, en la distancia consiguieron enviarme la fuerza para tirar adelante, os quiero mucho. A mi otro Ángel desde el cielo sobre Berlín que siempre nos salva de las arenas movedizas. A Araceli, por ser nuestra Caperucita Roja, cuidarnos y traernos la compra de extranjis. A mis amigos, los que estuvieron desde el primer fucking day, con botella de champan incluida, no para celebrar, sino para para mitigar el dolor de la noticia -dos días más tarde ya no hubiéramos podido hacerlo babies-. A mis amigos del alma, esos más antiguos, que estuvisteis literalmente día tras día tras el teléfono y habéis continuado hasta hoy. A los que me enviabais, largos mensajes de voz, música, mantras y meditaciones para combatir los momentos de pánico y a todos los demás que habéis estado ahí acompañándome en las subidas y bajadas. Por último y muy importante, gracias a mi cirujano el Dr. Guadalfajara por quitarme el mal, al equipo de oncología de la @ftejerina_ por darme nuevas expectativas, a mis oncólogas radioterápicas la Dra. Ana Mañas y Dra. María Mateos por terminar de rematar el mal, y a todo el equipo del @HospitalSanFranciscodeAsís especialmente a Sonia Santos por su generosidad y cariño.💖😻 Gracias por hacérmelo más fácil!!! Os quiero mucho 😻💖
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Por supuesto, en esta batalla tampoco se ha olvidado de sus padres, probablemente quienes más han sufrido, por ni siquiera poder ir a verla: «Gracias a mis padres que, en la distancia, consiguieron enviarme la fuerza para tirar adelante, os quiero mucho […] A mis amigos, los que estuvieron desde el primer ‘fucking day’, con botella de champán incluida, no para celebrar, sino para para mitigar el dolor de la noticia -dos días más tarde ya no hubiéramos podido hacerlo, babies-. A mis amigos del alma, esos más antiguos, que estuvisteis literalmente día tras día tras el teléfono y habéis continuado hasta hoy. A los que me enviabais largos mensajes de voz, música, mantras y meditaciones para combatir los momentos de pánico y a todos los demás que habéis estado ahí acompañándome en las subidas y bajadas«, ha escrito.
Y, como no podía ser de otra forma, Ana ha agradecido profundamente al equipo de médicos y enfermeras que la han cuidado en la Fundación Tejerina (muy cerca de uno de los epicentros madrileños del COVID, el hospital Gregorio Marañón) y en el Hospital San Francisco de Asís: «Gracias por hacérmelo más fácil!!! Os quiero mucho», ha finalizado. ¡Mucha fuerza, Ana!
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