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Isabel Pantoja no está viviendo su mejor momento. Ahogada por las deudas económicas, trastocada por un juicio del que finalmente ha sido absuelta, afectada aún por el fallecimiento de su madre, Doña Ana y en medio de una gran bronca con sus hijos, la tonadillera se ha encerrado en sí misma. Un encierro que ha hecho que sus hijos se hayan preocupado seriamente por la salud de la tonadillera aunque esto no ha hecho que se termine y salga de casa.
Ante esta situación Kiko Rivera, en su visita a ‘Sábado Deluxe’ donde ha dado detalles sobre su relación con su hermana Isa Pi y la actitud de Anabel Pantoja, ha querido tender una mano a su madre. Así, ha dejado claro que sintió ver cómo su madre estuvo totalmente agobiada a la entrada del juicio: «me da mucha pena porque hay cosas, que por muy mal que hagas las cosas, no te las mereces». No obstante, destacó que «si a lo mejor tuviese un poco más de vida social, no se encerrara en su casa y solo saliese para este tipo de cosas, no despertaría tanta expectación verla en la calle«.
Además, Kiko fue sincero destacando lo que más le preocupa de su madre: «Creo que mi madre no es feliz con la vida que lleva». Una vida en la que permanece constantemente al lado de su hermano Agustín, quien casi acude a ‘Supervivientes’, hacia quien, según Kiko,tiene un sentimiento de deuda: «A mi me ha dicho mi madre ‘me tengo que volver a Cantora porque mi hermano no me deja’. Me lo decía angustiadísima. Me lo ha dicho muchas veces y que me perdone si le moleta pero es la verdad más grande del mundo».
Así, ha dado un gran toque de atención a su madre para que disfrute porque «vida solo hay una y estamos desaprovechando el tiempo». «A mi mujer se le ha muerto su madre y su padre y sigue adelante. Es ley de vida. Mamá, deja ya el drama. Está muy bien que estés triste, lo entiendo, es tu madre, pero la vida sigue. Y se lo puedes poner más complicado a la gente que te quiere, por lo menos a tus nietos, que tienes cuatro, y al menos a mis hijos no les llama. También te digo que mis niños no preguntan ya por la abuela. Han preguntado mucho, se me partía el alma, pero ya saben que no la ven. Es como si no estuviera».
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