La información comenzó a circular hace unas semanas. Dentro de los planes de futuro que barajaba Paloma Cuevas, estaba la salida de España. Una decisión que contaría con el beneplácito de Enrique Ponce, ya que, junto a ella, se irían las dos personas que les van a unir de por vida y que están al cargo de la empresaria. Y, en un primer momento, se apuntó a la República Dominicana.
Sin embargo, Carmen Lomana se encargó de desmentirlo. De quitarnos de la cabeza esa idea de que, dentro de un año, cuando comience un nuevo curso, las tres harían las maletas y pondrían un océano de por medio. No. El destino final estaría en Europa.
Ha sido ‘Look’ quien se ha puesto en contacto con una amiga muy cercana a Paloma que ha arrojado luz sobre este tema, poniendo nombre a ese país del viejo continente en el que ya estaría pensando para ir trazando el primer boceto de una nueva vida. Al menos, de una nueva etapa que duraría uno o dos años, para sacudirse la presión mediática.
«Creo que es una buena idea al menos por un año o dos quitarse de tanta intoxicación. El lugar ideal sería Suiza. Para ella sus hijas y sus padres son lo primero», se puede leer en la mencionada web, que pone estas palabras en boca de esa confidente que añade que, lo que más está incomodando a Cuevas, es tener que ver, día sí y día también, las imágenes de su ex con su nueva pareja en las redes sociales.
La decisión no es fácil, porque Paloma deberá dejar aquí a su familia. Con sus padres como principal preocupación. No debemos olvidar que su progenitor, Victoriano Valencia, está delicado de salud, y este habría sido un parámetro sobre la mesa que ella ha valorado mucho antes de decidir que el mejor camino es el del exilio temporal.
También tendrá que desvincularse de los negocios que dejará en España. Al menos, nombrar a alguien que se encargue de estar al frente mientras ella busca esa paz mediática lejos de nuestras fronteras. Puede que alguna de esas amigas a las que solo podrá recurrir mediante las nuevas tecnologías, esas que le han sido de soporte en estos meses, pueda encargarse de ello.
Y no se puede olvidar que, para ella, ha sido doloroso tener que plantearse si quiera esta vía, porque supondrá un cambio para el que sus hijas precisarán una aclimatación. Algo que es lo que más le preocupa, pero, a fin de cuentas, lo hace por ellas. O, sobre todo, por ellas…
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