Cuando Harry y Meghan Markle decidieron romper con la Familia Real británica lo hicieron con la clara idea de recuperar la libertad de la que disfrutaban antes de convertirse en los royals más perseguidos por la prensa. Y parece que lo han logrado. Aunque hay algo de esa vida anterior que se ha quedado por el camino: la estrecha amistad que Markle tenía con la estilista Jessica Mulroney.
Las que durante años fueron las mejores amigas, cortaron toda relación el pasado mes de junio después de que un escándalo racista salpicara a Mulroney. Una polémica que se inició con unos comentarios fuera de lugar que Jessica hizo aprovechando su privilegio blanco a una famosa bloguera negra llamada Sasha Exeter y que acabó con el despido de la estilista del programa Good Morning America en la ABC y la cancelación de su show I Do, Redo en CTV.
Aunque no fue perder el trabajo lo que más dolió a Mulroney, sino que precisamente en el momento más difícil de su vida, su amiga Meghan no la apoyara públicamente. Y no solo eso, también se distanció de manera evidente por miedo a que su imagen quedara manchada por culpa de un escándalo que a ella, en realidad, ni le va ni le viene. Tanto que desde entonces no ha vuelto a saber nada de ella.
Consciente de la gravedad de la situación, lo primero que hizo Mulroney fue desaparecer de Instagram. Eso sí, no sin antes poner su perfil en privado para que nadie que no la siga pueda ver las fotos que había subido. Entre ellas, varias de Meghan Markle jugando con uno de sus hijos que, por cierto, ha borrado.
Un acto que muchos han interpretado como la confirmación definitiva de que la amistad entre Markle y Jessica está del todo rota. Algo que ella misma acaba de desmentir a través de sus Stories, donde explica al detalle la verdadera razón por la que ha eliminado de su cuenta todas las fotos que tenía con su otrora amiga del alma.
“Mucha gente me está preguntando por qué he borrado ciertas fotos. Digamos que después del acoso y el odio que he tenido que aguantar durante tres años estoy cansada de mirarlas. Por favor, sed amables. Sed bueno. Todos somos personas adultas. Tenéis que parar de comportaros como adolescentes. Las mujeres de verdad no menosprecian así a otras mujeres”, se quejaba.
Es curioso que después de varios meses teniendo su perfil abandonado, Mulroney regresó a Instagram a finales de agosto publicando una foto de su hijo sonriendo detrás de Meghan Markle mientras ella caminaba hacia el altar en su boda con Harry. “Veo esto y es pura alegría”, escribía junto a la imagen. ¿Un intento desesperado para hacer las paces? Solo el tiempo lo dirá.
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