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Alberto de Mónaco ha reaparecido para celebrar una de las tradiciones más particulares de Mónaco. El marido de Charlene no ha querido faltar a su cita con Santa Devota. Un evento donde ha vuelto a llamar la atención la ausencia de su mujer, que continúa ingresada en un centro en el que se está recuperando tanto mental como físicamente. Sin embargo, el príncipe no ha estado solo en este acto, y es que ha contado con la compañía de sus hijos, Jacques y Gabriella, y su hermana, Carolina de Mónaco.
Lo cierto es que desde que Charlene de Mónaco, que hace poco celebró su cumpleaños más solitario, anunció que tenía que retirarse de la vida pública durante un tiempo para recuperarse, Carolina ha acabado convirtiéndose en el mejor apoyo para Alberto, y es que ya es habitual verle a ella acompañarle en cada acto al que debe asistir. Además, durante este encuentro ha demostrado su gran complicidad con sus sobrinos, de los que ha estado muy pendientes en todo momento.
Esta es la primera jornada de las festividades religiosas de Santa Devota, que ha comenzado con la llegada de la tradicional barca al puerto. Tras ser colocada, debe incendiarse, algo que se ha realizado en primer lugar por Alberto y sus hijos.
Como ya es habitual, los hijos de Alberto de Mónaco se han convertido en los grandes protagonistas de la noche, y es que siempre acaba conquistando a todos con su expresividad. En esta ocasión, el pequeño ha hecho gala de su papel como hermano mayor mostrándose muy protector con Gabriella.
Al parecer, a la pequeña le ha dado un poco de miedo ver cómo la embarcación, que estaba colocada cerca de ellos, comenzaba a arder. Un hecho que ha provocado que decida aferrarse a su hermano de manera instantánea. Por su parte, él no ha dudado en abrazarle y ponerla detrás de él para que no sintiese tanto miedo por lo que estaba sucediendo.
Tras esto, parece que ella ha conseguido relajarse y es que también se le ha podido ver cómo se atrevía a alejarse un poco de su hermano para bajarse la mascarilla y comenzar a soplar con la intención de apagar el fuego. Un tierno momento con el que ha tanto ella como su hermano han conseguido convertirse de nuevo en los grandes protagonistas al volver a hacer gala de su naturalidad.
Sin duda, un bonito gesto que ha enternecido a todos y con el que demuestran el gran cariño y lo unidos que están los dos hermanos, que ya desvelaron lo mucho que echan de menos a su madre durante uno de sus actos oficiales a través de unas pancartas en las que le escribieron varios mensajes para que ella pudiese leerlos.
Por la mañana Alberto de Mónaco, su hermana y sus hijos han vuelto a hacer acto de presencia durante la procesión de Santa Devota. Un acto al que también ha faltado Charlene y donde los cuatro han podido disfrutar de esta tradición religiosa a la que acuden cada año.
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