El rey Juan Carlos pierde a su amigo el emir de Kuwait, uno de sus aliados más importantes en el Golfo

“Mi hermano y mi amigo”. Con esta fórmula de cortesía típica de los países árabes se refería a don Juan Carlos el emir de Kuwait, Sheij Sabah al Ahmed al Jaber al Sabah, fallecido ayer martes a los 91 años tras dos meses de tratamiento médico en Estados Unidos.El padre de Felipe VI y el difunto emir se conocieron en la década de los años sesenta, cuando Sabah era ministro de Asuntos Exteriores de Kuwait y don Juan Carlos aún era príncipe, pero su relación se estrechó enormemente después de que, en 1991, España formara parte de la coalición de 31 países que ayudó a expulsar de Kuwait a las tropas iraquíes invasoras. Veinte años después, el emir de Kuwait celebraba esta victoria con un desfile al que asistió sentado junto a Juan Carlos I, condecorado en 2008 por el emirato con la Orden de Mubarak el Grande.

La buena relación entre los dos monarcas fue muy útil para el sector empresarial de España. Así por ejemplo, se ha atribuido a don Juan Carlos la mediación que fue necesaria para que, en 2008, Kuwait considerada saldado el escándalo por el Caso KIO que hicieron peligrar las relaciones comerciales del emirato con España, después de que el empresario Javier de la Rosa se apropiara de 375 millones de euros de los inversores kuwatíes. En 2014, la desconfianza hacia España había desaparecido y KIA, el fondo de inversión sucesor de KIO, anunciaba su intención de aumentar sus inversiones en España. “En los últimos años, las empresas españolas han conseguido contratos en Kuwait por 1.200 millones”, afirmaba la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, al destacar el papel “clave” de Juan Carlos en las negociaciones con el emirato.

De esa amistad con Sabah, no obstante, vienen también muchos de los problemas que arrastra actualmente el rey emérito, y que le han llevado hasta su actual paradero en Emiratos Árabes Unidos. El fiscal suizo que actualmente examina las cuentas bancarias de don Juan Carlos en Suiza también investiga el pago de 5 millones de dólares que Corinna Larsen, examiga del rey y compañera en algunos de sus viajes privados al emirato, habría recibido de Kuwait poco después de que Juan Carlos se reuniera con el fallecido emir.

Según declaró Corinna, luego ella le entregó al rey Juan Carlos el importe de esa remuneración para devolverle el préstamo que a su vez este le había realizado en 2010 para comprar y reformar una casa.

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