Si para algo sirve la edición ‘gourmet’ de ‘Ven a cenar conmigo’, además de para ver cómo se desenvuelven los famosos en la cocina, es para que estos mismos, en un ambiente relajado, cuenten secretos de su vida. Irene Rosales se convertía anoche en la ganadora de este nuevo ‘pack’ de cuatro episodios, y también dejaba al descubierto el mayor miedo que ha sentido durante los años que lleva al lado de Kiko Rivera.
Nada menos que seis años y medio llevan juntos. Y en ese tiempo, hubo un momento crítico en el que ella temió que se cruzara en el camino del ‘DJ’ alguien mejor y que la dejara. Como lo leéis. Ella, que ha sido el pilar fundamental sobre el que el hijo de Isabel Pantoja ha edificado no solo una vida nueva, sino una vida mejor, tuvo miedo de ser abandonada.
«Confieso que en un punto de mi relación con Kiko, por todo el tema de su trabajo, pensaba que me podía pegar una ‘patada’ y pasé miedo«, comenzaba ese relato que dejaba perplejos a sus compañeros, Amador Mohedano (el anfitrión de la noche), Fani Carbajo y Miguel Frigenti.
La modelo y colaboradora de ‘Viva la vida’ continuaba con esa explicación: «Pensaba que se le podía cruzar una chica con más pecho, pero él me ha demostrado que soy yo… A día de hoy es una auténtica estupidez, me tienen que querer a mí como persona y no por unas curvas».
Por suerte, eso no pasó. E Irene se convirtió en la gran ayuda de Kiko para salir de sus adicciones, se casaron en 2016 y son padres de dos niñas que, para ambos, son la gran alegría de su vida y el eje central sobre el que gira la familia que han sido capaces de crear.
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