Nació con el título de Princesa de Grecia y Dinamarca y en 1975 se convirtió en la Reina de España, pero además doña Sofía tiene cierta experiencia como princesa Disney. Ocurrió un día como hoy, el 23 de noviembre de 1958.
Doña Sofía acababa de cumplir 20 años y se encontraba acompañando a su madre, la reina Federica, en una gira por Estados Unidos. “La reina atómica”, como se apodaba entonces a Federica en algunos medios, había decidido visitar este país “para aprender más sobre el uso pacífico de la energía atómica”, un tema del que, según publicó días después de su llegada la revista TIME, la reina consorte de los helenos sabía tanto que sorprendió a los físicos nucleares con los que se reunió. Su hija, por el contrario, se comportó como una “turista”: doña Sofía aprovechó para irse de compras por la Quinta Avenida de Nueva York, donde adquirió “dos pares de zapatos que le aseguraron que le durarían diez años”, y montó por primera vez en unas escaleras mecánicas en un centro comercial de Virginia.
La reina y la princesa también mantuvieron una reunión en la Casa Blanca con el presidente Eisenhower, cita en la que estuvo presente el entonces príncipe Constantino. Sin embargo, el momento más curioso del viaje tuvo lugar en California. Allí, aprovechando la visita de su madre a un laboratorio nuclear, doña Sofía tuvo la oportunidad de conocer nada más ni menos que el parque temático de Disneylandia de Anaheim, inaugurado tres años antes por Walt Disney.
Según la prensa de la época, la princesa griega disfrutó allí de un paseo en una carroza por Main Street, la calle principal del parque, e incluso montó en algunas atracciones como el “Crucero de la Jungla” (Jungle Cruise), un paseo en barca por una jungla artificial en el que la joven doña Sofía “rompió su acostumbrada impasibilidad y se echó a reír”, apuntaba el diario Los Angeles Times.
Walt Disney no se encontraba ese día en el parque y no pudo acompañar a la princesa. Sin embargo, doña Sofía tuvo una guía de excepción. La madre de Felipe VI recorrió Disneylandia junto a Annette Funicello, una actriz y cantante que había alcanzado la fama como integrante del primer Club de Mickey Mouse, ese programa que con el tiempo se convertiría también en el alma mater de otras estrellas actuales como Britney Spears o Christina Aguilera. También acompañó ese día a doña Sofía una amiga de su familia, Mary Carolou. Nacida en Filadelfia, Carolou desempañaba por aquel entonces el papel de dama de compañía de Federica de Grecia y acompañaba a la familia real siempre que viajaban a Estados Unidos: en 1963, por ejemplo, la reina y ella aterrizaron en el aeropuerto de Barajas procedentes de Washington, donde habían asistido al funeral del presidente Kennedy.
La visita a Disneylandia de doña Sofía quedó inmortalizada con una fotografía en la que la entonces princesa aparece posando con Annette Funicello y Mary Carolou delante del castillo de la Bella Durmiente, testigo de las visitas al parque de otros miembros de la realeza como Margarita de Dinamarca (en 1960) o Rainiero de Mónaco, queen 1967 llevó allí a sus hijos los príncipes Alberto y Carolina.
Cuatro años después, doña Sofía se casó con don Juan Carlos y se trasladó a su propio palacio, el de La Zarzuela. Pero ese es un cuento que ya conocemos.
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La vida de la reina Sofía en imágenes: de Atenas a Zarzuela
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