Pilló a todos por sorpresa. Incluida ella misma. Cuando el Carlos Falcó falleció, el pasado mes de marzo, víctima del coronavirus, se dio por hecho que Manolo, su primogénito, sería quien recogiera el testigo de marqués de Griñón. Ese era el título nobiliario por el que se le conocía… y que quiso legar a Tamara Falcó, su hija más mediática. Lo descubrimos cuando se leyó el testamento.
También que no tendría efecto inmediato, sino que, como se hace siempre en estos casos, había que seguir un procedimiento determinado y solicitar la adjudicación para cumplir con esa última voluntad de Carlos. Tamara hizo el trámite el pasado 5 de octubre y ha sido este martes cuando aparece publicado en el BOE que será nombrada como marquesa en el plazo de 30 días.
«La sucesión en el título de Marqués de Griñón ha sido solicitada por doña Tamara Isabel Falcó Preysler, por distribución y posterior fallecimiento de su padre, don Carlos Falcó y Fernández de Córdova, lo que se anuncia por el plazo de treinta días, contados a partir de la publicación de este edicto, a los efectos de los artículos 6 y 13 del Real Decreto de 27 de mayo de 1912, en su redacción dada por el Real Decreto 222/1988, de 11 de marzo, para que puedan solicitar lo conveniente los que se consideren con derecho al referido título», es ese texto que se puede leer en el Boletín Oficial del Estado.
Así las cosas, salvo sorpresa de que aparezca otra persona que reclame el título en ese plazo, Tamara, que ya manifestó lo ilusionada que estaba por haber sido designada sucesora por su padre, pasará a ser marquesa de Griñón de manera oficial. Hace un mes, su hermano Manolo se convertía en marqués de Castel-Moncayo con Grandeza de España, el título que le dejó su padre en el testamento.
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