Carole Middleton: la ambición envidiable de la mujer que creció en una vivienda social y consiguió pasar de ser azafata a convertirse en la madre de la futura reina de Inglaterra

En Reino Unido existe una serie de televisión llamada The Windsors que es una sátira de brocha muy gorda de la familia real. En ella el príncipe Harry es prácticamente analfabeto, Camilla Parker Bowles quiere tener un hijo a los 68 años para que su hijo gobierne Inglaterra y tanto el personaje de Kate como al de su hermana Pippa Middleton se las identifica con gitanas en el sentido más prejucioso y racista de la palabra.

A pesar de ser un show de televisión ficticio da una visión de cuál es la imagen que buena parte de la sociedad británica tiene de los orígenes de Kate Middleton, y en el lado que desequilibra la balanza de la aristocracia en el árbol genealógico de la duquesa de Cambridge es el de su madre, Carole Middleton, la mujer que pasó de crecer en una vivienda social y trabajar de azafata a educar a la futura reina de Inglaterra.

Cuáles son los orígenes de la fortuna de Carole Middleton

La madre de Kate Middleton no tiene orígenes aristocráticos de los que presumir ni una educación refinada. De hecho proviene de una familia de obreros y yeseros y se crió en una vivienda construida por el Estado para familias trabajadoras. En cuanto tuvo edad para trabajar, a los 16 años, dejó los estudios (tampoco es que su familia hubiera podido costearlos) y se hizo azafata de vuelo. Fue en su trabajo donde conoció a su futuro marido, Michael Middleton, el hombre que llevaba el apellido por el que todo el mundo la conocería y con el que consiguió escalar un par de puestos en la escala social más snob del mundo, la inglesa.

Michael Middleton provenía de una familia mejor situada económicamente que la de Carole, en la que había abogados y empresarios todos con buenas relaciones con la aristocracia, pero ninguno con título nobiliario. Aún así Carole y Michael Middleton se enamoraron, se casaron, trabajaron para British Airways y tuvieron tres hijos que le conseguirían un escudo de armas propio.

Y aquí es cuando Carole Middleton demostró su buena cabeza: primero porque creó una empresa de artículos para organizar fiestas infantiles que le ayudó a amasar una fortuna (tanta como para tener caballo de carreras propio); después porque decidió que sus hijas debían estudiar en los internados donde las grandes familias aristocráticas inglesas hacían sus contactos de por vida.

Para hacernos una idea de lo que esto significa en Reino Unido aquí va un dato: solo el 7% de los británicos se puede permitir uno de estos colegios privados, pero a cambio el 70% de los altos cargos del país han tenido este tipo de educación. Los contactos son importantes, aunque haya que pagar más de 4.600 euros al semestre para conseguirlos.

Todo lo que ha conseguido Carole Middleton desde que su hija Kate es Duquesa de Cambridge

La leyenda negra afirma que Carole Middleton la que envió a Kate a la misma universidad que el príncipe Guillermo con la esperanza de emparejarlos y la que medió para que su hija estuviera siempre esperando a que el muchacho se decidiera a pedirle en matrimonio a pesar de que cortaron dos veces, el noviazgo duró más de siete años y la prensa apodó a su hija “Waity Katie”.

La espera le ha debido de merecer la pena porque, para empezar, ha conseguido un escudo de armas. Desde que el príncipe William y Kate anunciaron su compromiso, los Middleton cuentan con un bonito blasón con bellotas, robles, un galón de oro, alguna referencia a que les gusta esquiar y todo a pesar de que según los expertos no era necesario porque a la futura duquesa de Cambridge se le podía haber concedido su propio blasón tras la boda… pero Carole Middleton prefirió que lo pudiera usar toda la familia.

Para continuar es posible que, a la larga, tanto ella como su marido en calidad de abuelos de un futuro rey consigan un título nobiliario. El de conde y condesa de Gamoburgo o de Fairfax, por lo visto, son los que más suenan.

Y por último han ganado la oportunidad de promocionar su empresa con desvergüenza cada vez que se produce un nacimiento/cumpleaños en la familia real. Pasó con el nacimiento de su primer nieto, pasó con el nacimiento de Archie, pasó con el cumpleaños de Meghan Markle… Y es que la empresa familiar no se mantiene sin hacer esfuerzos, aunque esos esfuerzos impliquen ponerse en contra a la opinión pública de medio país que empieza a considerar a los Middleton unos completos aprovechados.

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