Después de la tormenta siempre viene la calma, tal y como dice una de las estrofas de una de las canciones más famosas de Alejandro Sanz. Y exactamente eso es lo que ha ocurrido. Por el bien de sus hijos, que son lo más importante, Alejandro Sanz y Raquel Perera han decidió poner fin a una batalla legal entre Estados Unidos y España y han firmado un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Ya están oficialmente divorciados.
En el comunicado que la pareja redactó para los medios y que la propia Raquel quiso compartir en sus redes sociales decían: «Doña Mercedes Hernández Claverie (abogada de don Alejandro Sánchez Pizarro, conocido artísticamente como Alejandro Sanz) y don Alfredo Gómez Mendizábal (abogado de doña Raquel Perera Navalón), en representación de sus respectivos clientes, manifiestan que han alcanzado un acuerdo de divorcio totalmente satisfactorio para las partes y solicitan respeto para su intimidad».
Este acuerdo llega tan solo unos días después de un emotivo encuentro del cantante con sus hijos en Miami, después de cinco meses sin verles debido al confinamiento. Personas cercanas a Sanz declaran que tal vez ese fue el punto de inflexión para que el de Moratalaz dejara a un lado sus intereses personales y mirará más por el de sus hijos. «Ese encuentro fue fundamental. Alejandro se dio cuenta de que no podía ni quería estar lejos de sus hijos». Por otra parte, Raquel también ha puesto toda la carne en el asador para poder llegar a un acuerdo, algo que deseaba desde el principio y que, sobre todo, beneficiará, más que a ella, a sus hijos.
A pesar de que la ahora exesposa de Sanz no ha querido dar declaraciones cuando nos hemos puesto en contacto con ella, sí que hemos podido saber su sentir a través de las confesiones que hizo nada más rubricar el acuerdo, a una buena amiga. «Me siento en paz y contenta, sobre todo porque mis hijos disfrutarán de sus padres todo el tiempo. Es lo que hemos deseado en todo momento», confesó Raquel.
Y es que a pesar de que los detalles del acuerdo serán privados, así como la forma en la que se llevará a cabo la repartición de los bienes que el matrimonio consiguió durante los años que estuvieron casados, Raquel habría aceptado regresar a España con sus hijos, para que, como dice ella misma, puedan tener a sus padres en el mismo espacio geográfico.
Y es que, como ya publicó ‘Hoy Corazón’ hace unas semanas, esta era la idea original que la pareja barajaba en marzo de este año, en su última reunión amigable en Miami, antes de la pandemia, y antes de que Sanz decidiera acudir a los tribunales, en lugar de seguir negociando un acuerdo privado.
En aquella ocasión el pacto original pasaba porque Raquel abandonaría Estados Unidos y residiría en Madrid, ciudad en la que el cantante vive desde hace un año. Para ello, Sanz compraría una casa que pondría a nombre de sus hijos y pagaría una mensualidad para los niños de 10.000 euros mensuales los primeros años y 6.000 una vez que Perera se estableciera laboralmente. Pues bien, ‘Hoy Corazón’, ha podido saber que el nuevo acuerdo tiene algunas similitudes, pero no es exactamente igual al original.
Con este pacto, la pareja termina con una batalla que tal y como avanzó en exclusiva ‘ABC’, comenzó el 15 de abril cuando Alejandro Sanz interponía una demanda de divorcio, unilateralmente y sin previo aviso. Inmediatamente, Raquel contestaba con otra demanda en los tribunales de Miami, ciudad donde residía en compañía de sus hijos desde el momento en que se separaron en julio de 2019.
Entonces la guerra se preveía complicada. De hecho, dos días después de firmar el acuerdo, el 3 de septiembre, la pareja tenía previsto acudir a una vista judicial en Madrid, que determinaría el régimen de manutención y custodia de sus dos hijos, Dylan y Alma. Pues bien, este acuerdo anula esta vista y termina con doce años de unión.
En los próximos días Raquel comenzará una nueva vida en Madrid, esta vez como mujer divorciada. Su familia y sus amigos le servirán de apoyo en esta nueva etapa. Perera es psicóloga y durante años trabajó como road manager de artistas. Fue allí cuando, trabajando para Rosa Lagarrigue, exmanager de Sanz, conoció al que sería su gran amor.
Entre tanto, el cantante deberá esperar aún un tiempo para volver a subirse a los escenarios, debido a la crisis mundial del Covid 19. Quizá pueda utilizar este tiempo para poder compartir horas con sus dos hijos pequeños, que ahora vivirán en Madrid, a pocos kilómetros de su casa. La custodia de los menores seguramente será para Raquel, que no pondrá ningún impedimento, para que Sanz pueda compartir con sus hijos el tiempo que sus compromisos le permitan. Con esto se cierra un capítulo, que, gracias al entendimiento de ambos, ha terminado con un final feliz.
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