QUÉ HA PASADO
• Salgado es dado de alta.
• Eva se da cuenta de que Quintero le oculta algo.
• Carlos y Daniela se dan una nueva oportunidad.
La muerte de Nacha hace que Salgado ponga todas sus fuerzas en arrestar a Infante, desatendiendo otros casos. “Si todos nos centramos en un asunto quedarían decenas sin resolver”, lo amonestan sus superiores.
Por otra parte, el duro interrogatorio al que Lidia sometió a un violador le pasa factura yes sancionada dos días sin empleo ni sueldo. “Has traspasado una barrera inquebrantable”, le comunica Bremón, que desconoce los motivos que la impulsaron para actuar así. Desde el instante en que tuvo delante a ese hombre, la agente intuyó que se trataba de la misma persona que mantuvo a su hermana pequeña retenida durante varios días.
Tras pasar un agradable rato hablando en el hotel, Ángel se queda de piedra al enterarse de que se trata de la hija de Joaquín, su jefe. “Jamás lo hubiera imaginado”, reconoce.
Eva sigue desconfiando y vigila muy de cerca los pasos de Quintero, percatándose de que tiene un móvil solo con sus contactos más importantes como los de la Ruta del Sur. Compinchada con Eva, logran quitárselo sin que el empresario se dé cuenta.
En poco tiempo, Salgado y Miralles llegan a la conclusión de que Infante mató también a los dos mafiosos rusos. “Él no tiene límites y toda su trama está financiada con dinero de narcotraficantes que sabemos que son los peligrosos”, comentan espantados.
Entre tanto, Paty da un paso al frente y denuncia a un empresario que contrataba a vecinos en paro y luego no les pagaba. “Te cuidado, por favor. Me da miedo”, le dice María en la barra del bar.
Muy a su pesar, Lidia debe cumplir su sanción y paga su mal humor con Hanna: “Solo vives para ti. Eres una egoísta”. Más tarde, se da cuenta de lo injusta que ha sido y le pide perdón. “Lo siento”, afirma.
Por su parte, Carlos propone a Daniela instalarse en su piso. “Vas muy deprisa. Te recuerdo que hace una semana habíamos roto y no queríamos vernos más”, responde ella.
Entre tanto, Joaquín organiza una noche de ruleta, pero esta vez con un fin distinto: quiere financiar el máster que desea empezar su hija.
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