Su primera experiencia ante una cámara fue en la película Kiki, el amor se hace (2016), de Paco León. Pablo Carro hizo un pequeño cameo y desde entonces supo que su sueño era ser actor: “Se lo dije a mis padres y me apoyaron desde el primer momento”. Ingresó en la escuela universitaria de Artes TAI, en Madrid, y en junio de este año estaba debutando en la serie diaria de La 1 Acacias 38 como Miguel Olmedo. Ahora, con algo de tristeza, dice adiós a su personaje.
¿Cómo fue tu último día?
Muy emotivo. Cuando me tocó despedirme del plató me vine abajo. No es fácil dejar un proyecto tan bonito. Aunque en este oficio debemos acostumbrarnos a cosas así.
¿Piensas en volver?
Por supuesto, si los guionistas deciden retomar mi trama de alguna forma, no me importaría ponerme otra vez los trajes de época (risas).
¿Era complicado llevarlos?
Al principio me costaba hasta ponerme el cuello de las camisas (risas). Pero lo más difícil sin duda es el lenguaje acaciero. Había expresiones como ‘has perdido el oremus’,que nunca había escuchado.
¿Estás contento con el final que le han dado a tu papel?
Sí, al fin y al cabo, termina yéndose a Suiza en busca de sus padres, a quienes creía muertos. Creo que deja cerrada una gran etapa. La verdad es que le cogí mucho cariño a mi personaje.
El público también…
Hay grupos de seguidores de Acacias 38 en Facebook. Estoy en algunos y me llegan mensajes con muy buenas críticas sobre mi papel. Les encanta lo noble que puede ser.
En tu caso, ¿qué te gusta de él?
He aprendido mucho con sus reflexiones. Adoro sus valores, su defensa de la justicia y de hacer las cosas según la ley. Como buen abogado que es. Es una parte de él que intentaba cuidar. Mi padre también estudió Derecho, así que si tenía alguna duda sobre conceptos jurídicos recurría a él.
¿A ti nunca te llamó la atención estudiar esta carrera?
Creo que si no fuera actor, habría estudiado Publicidad o quizá Relaciones Públicas, porque una de las cosas que más me interesa es comunicar. Me siento cómodo. En eso Miguel y yo nos parecemos, porque nos gusta expresarnos.
Seguro que en algo más…
En los modales que tenemos. Creo que ambos hablamos muy correcto y nos comportamos de forma educada.
¿También eres un chico tan romántico como él?
Yo me defino como transparente y protector, pero en eso de ser galante me gana, de hecho me costó sacar esa faceta.
Miguel es muy viajero, ¿tú te ves trabajando en el extranjero?
¡Me encantaría! De momento me quedaré un tiempo por aquí, pero me apetece actuar fuera de España. Aunque primero debo mejorar mi inglés. Además, me gusta mucho conocer otras culturas. Es una de mis mayores aficiones.
¿Qué otras tienes?
Me encanta ir al cine o a bailar, conversar con los míos. También quedo con mis amigos a tocar la guitarra y suelo ponerme a cantar.
De aquí a un tiempo, ¿consideras hacerlo profesionalmente?
Sí, quiero dedicarme a la música. Este año grabé Telepasión, el especial de Nochebuena de La 1, y fue genial. Me veréis de nuevo en la pequeña pantalla por Navidad.
¿Cómo pasarás estas fechas?
Si puedo, me iré a León, de donde soy, con mis padres. Mi hermana está en Irlanda y no quiero que estén solos.
Y después, ¿qué viene para ti?
Quiero seguir formándome en la interpretación. Lo más importante es que lleguen oportunidades de trabajo y mucha salud para todos.
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