Grabó la serie Mentiras en Mallorca, pero Ángela Cremonte habla con Teleprograma desde su casa madrileña. Ha celebrado su 35 cumpleaños confinada –“Mi compañero de piso cocinó pollo a la normanda”–, mientras escribe –“Acabé la primera versión de una novela”– y saca a pasear a su perra.
¿Cómo llegaste a la serie?
Como nunca, de una manera muy dulce, sin hacer casting.
Es la adaptación de la británica Liar, un thriller a partir de un encuentro sexual. Tu personaje le acusa a él de haberla violado.
Sí. Vi muchas veces la original, leí los guiones, pero entendí rápido a Laura, una mujer que busca justicia cuando el resto la ningunea. Me crio un abogado de derechos humanos argentino, y la sinrazón me enciende.
¡Laura oculta cosas!
Aquí mienten todos, hasta el apuntador. La original me hizo dudar entre las versiones de los dos protagonistas hasta el tercer o cuarto capítulo [son seis]. Espero que aquí le ocurra lo mismo al espectador.
¿Tu papel más exigente?
En teatro me han tocado esos viajes emocionales, como con Ofelia en el Hamlet de Miguel del Arco. Pero en la tele no.Aquí acababa cada día con los ojos como huevos. Y antes de arrancar la serie aprendí a manejar el kayak. ¡Ir mar adentro y atravesar las olas es una experiencia!
‘Tu antagonista’ es Javier Rey, con quien hiciste Hispania.
Sí, el reencuentro, maravilloso. Nos hemos entendido muy bien, es un gran compañero, un gran actor; nos hemos reído y trabajado coco con codo. Y con Manuela Velasco, ‘mi hermana’, hay ‘chicha’.
¿Y el rodaje en Mallorca?
La isla, con esa luz, es un personaje más. He ido muchos veranos, y que se convirtiera en nuestra casa ha sido un lujo. Nos trataron con mucho mimo.
Hispania, Amar…, Carlos V, Las chicas del cable. ¿Tenías ganas de una serie contemporánea?
Disfruto con la ficción de época porque me encanta la historia; estudié Humanidades. Pero a la hora de interpretar te coloca en un lugar épico. Y deseaba hacer una mujer de hoy y natural, que se notara que es de verdad, sencilla, que respira, sin corsés de ningún tipo… Ha sido un reto.
¿Qué planes has aplazado por el confinamiento?
Tenía posibles rodajes para el verano, pero lo que me ha roto es el corazón. No sé cómo hace la gente para estar motivado estos días.
¿Aprenderemos algo?
Me gustaría pensar que al menos dos cosas: a conectar con uno mismo y con los demás. Hemos tomado conciencia de que el otro existe, del valor de otras profesiones como la de cajero o farmacéutico, y no te digo ya de los médicos, ¡ imprescindibles!
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