QUÉ HA PASADO
• Mercan intenta suicidarse tomando unas pastillas.
• Tahir recibe un disparo de Harife cuando va a su casa.
• Murat tiene una cita con una chica llamada Pinar.
Después de pasar unos días en el hospital, Mercan finalmente recibe el alta. Afortunadamente, su intento de suicidio no ha tenido consecuencias que lamentar, pero la muchacha todavía no está psicológicamente recuperada. Cuando llega a casa, aprovecha un descuido de sus padres para marcharse a los acantilados. En sus manos lleva algunas prendas de bebé que ella misma tejió pensando en los hijos que tendría con su exprometido. “Mi vida contigo solo fue un sueño porque nunca me amaste. Espero que los dos encontremos la felicidad que nos merecemos”, dice desolada mientras arroja las mantas y los patucos al mar. Luego, regresa a su hogar dispuesta a luchar por su futuro. Türkan, que nota un cambio de actitud en su hija, se siente renacer pues cree que podrá superar la depresión que sufre.
La señora Harife trata de seducir a Ösman
Por otro lado, Nefes ya sabe que supuestamente tiene una enfermedad que podría afectar a su embarazado. Asustada, va al doctor, que le hace un ultrasonido y le confirma que todo parece desarrollarse de forma correcta: “El feto está en estupendas condiciones. Debemos hacer más pruebas para confirmar que no habrá ningún problema en el momento del parto, pero por ahora puede estar usted tranquila”. Sin embargo, ella sigue dándole vueltas. Asiye, que se da cuenta de la preocupación de su cuñada, intenta consolarla: “Estoy segura de que tu dolencia es una mentira más de Vedat y que no os pasará nada malo ni a ti, ni al niño. Cálmate”.
A la mañana siguiente, Harife, la mujer que disparó a Tahir, acude a la vivienda de los Kaleli para interesarse por el estado del muchacho: “Lo confundí con un ladrón, lo siento mucho”. Aprovechando que su amigo Ösman está en el domicilio, empieza a coquetear con él: “Llevas muchos años viudo, deberías buscar una dama que te cuidara, eres un buen partido y tú bien lo sabes,”. El anciano no sabe cómo salir de la vergonzosa situación. Mientras, la señora Saniye se queda de piedra con el descaro de su visitante.
Lejos de allí, Tahir va a buscar a Yigit a la escuela. El director del centro le explica que el pequeño está dentro del aula con su nueva maestra. El hombre ingresa en el colegio y descubre que la profesora no es otra que Hazan, la joven que le salvó la vida tras recibir el disparo de su abuela. “Me alegra volver a verte y saber que te encuentras bien. Parece que nos veremos más seguido”, comenta ella con una sonrisa. Ambos se estrechan la mano y, en ese instante, aparece Nefes, que viendo la escena, a duras penas oculta sus celos.
Mustafá no consigue controlar su carácter
Por la noche, Murat se queda dormido mientras vigila la empresa y unos hombres entran a robar. A la mañana siguiente, Mustafá lo culpa de lo ocurrido. El chico, harto de las regañinas, decide dejar el negocio familiar e iniciar una nueva vida. Tahir, presente en la discusión, trata de calmar a su hermano mayor, que no atiende a razones: “No debes hablarle así, le pudo el sueño”.
Entretanto, Murat camina por la calle y salva a un desconocido de ser asesinado. La casi víctima es Genco Tamar, quien por su heroicidad le ofrece a un trabajo de guardaespaldas. Lo que el joven no sabe es que el empresario es un mafioso cuyo objetivo es destruir a quien se interpone en su camino, incluidos los Kaleli.
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