- El director Manolo Caro recupera a sus personajes en ‘La casa de las flores. La película’,una película creada como regalo para los fans de la serie y que Netflix estrena el miércoles 23.
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En momentos de crisis qué mejor que echarmano de los De la Mora, que siempre se salen con la suya. Después de tres temporadas y una treintena de capítulos, La casa de las flores se reabre gracias a esta película de hora y mediatan inesperada como conveniente. “Había puesto fin a su historia con la aprobación de Netflix, pero en una etapa tan complicada para todos quise agradecer el apoyo a esta familia, que me ha dado tantas satisfacciones y me ha cambiado la vida”, dice su director y creador, Manolo Caro, que habla con Teleprograma desde México.
Homenaje a Delia
Participan en este “regalo para los fans” los ‘hermanos’ Aislinn Derbez, Darío Yazbek, Cecilia Suárez, con Juan Pablo Medina, y también sus padres y amigos de jóvenes: Tiago Correa, Isabel Burr, Ximena Sariñana, Javier Jattin y Christian Chávez. “Espero que se entienda por sí misma, pero sobre todo es una película para disfrutar y volver a conectar con lo más hermoso deestos personajes entrañables, que llegan para hacernos reír”, añade.
La comedia mezcla historias de amor, amistad y secretos del pasado, con una dosis extra de emoción. “Tenía que darle su lugar a un personaje, Delia (Norma Angélica), que empezó como secundario, y es un pilar de los De la Mora”, dice Caro. Su intención es rendir tributo a esas cuidadoras que se convierten en segundas madres.
Y se planteó también resolver una trama abierta que “el público reclamaba”: la muerte de Pato. Por eso, la acción se desarrolla en dos planos temporales entrelazados: una boda celebrada hace 40 años y la inauguración de la actual casa de las flores con otra dueña, a quien interpreta Angélica María, de 76 años, dama de la escena mexicana. “Como ya hice con Verónica Castro, me gusta recordar que el paso del tiempo no ha hecho justicia a las divas latinas”.
Quien regresa con toda su fuerza y genialidad es Paulina de La Mora (Cecilia Suárez), personaje que ya es historia de la televisión y no solo por su particular forma de hablar. Esta vez la hermana mayor se convierte en la matriarca del clan, “aunque nunca hubo intención en ello”, y lidera un disparatado plan de robo, narrado con un estilo muy cinematográfico.
Caro recrea de nuevo su particular universo kitsch, donde una vez más rompe clichés, como ya lo hizo con el tema de la homosexualidad, la transexualidad o las drogas en la serie: “Sé que parece un chiste fácil presentar a Bruno (Luis de La Rosa), hijo adolescente de Paulina, como adicto al porno. Pero la actitud que toma esta madre que ha roto estereotipos puede invitar a otras a hablar con sus hijos sobre el tema”.
La banda sonora
Y a toda intención inclusiva y crítica leacompaña siempre la música. “Para mí es primordial en lo que hago. Canto fatal y soy arrítmico, pero forma parte de mi narrativa; necesito reflejar los sentimientos que provoca una canción concreta. Fíjate lo importante que es, que acabo de escribir mi primer musical”, dice aludiendo a su próxima serie, Érase una vez… pero ya no.
Eso ha hecho que se instale en España y, aunque se encuentra en México, volverá a nuestro país en breve. “Es un lugar donde me siento cómodo y querido por los colegas y el público”. El escritor y director insiste en la fortaleza de ese puente entre dos industrias con un idioma común: “Si nos unimos vamos a conquistar el mundo. Ya lo estamos viendo”.
Convertido ya en showrunner de Netflix, como lo son Ryan Murphy o Shonda Rhimes, Caro confiesa estar “hasta asustado” con la libertad creativa que le dan, y seguirá experimentando como “única forma de alcanzar el éxito”.
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