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La relación de Miriam Corregüela y su padre, Ginés, está en ‘stand by’. La que fue su defensora en el plató de ‘Supervivientes’ decidió no estar presente en el regreso de su padre a España cediendo su lugar a su hermana Laura junto a sus abuelos. Nada más llegar, le pusieron al día de todos los enfrentamientos que habían tenido con Yaiza, su pareja, durante su ausencia. «Ha hecho daño a todo el mundo. Cuando tú veas todo tranquilo, ojalá bajes del mundo de Yupi y pongas los pies de la tierra. Yo no quiero con ella ningún trato pero estaré ahí cuando te caigas«, le decía Laura, emocionada. Algo que parece no haber afectado a Ginés, que horas después reaparecía en público junto a su novia, de lo más acaramelado.
Dos días después, Ginés confesaba que había hablado con su madre, su hija Laura y algunos amigos pero no había tenido ninguna conversación con Miriam: «Tengo el móvil estropeado y no puedo llamar pero sí recibir llamadas. Me dejó el móvil Yaiza y he ido hablando pero vi un mensaje de Miriam por Instagram de que no quiere hablar conmigo y no me va a coger el móvil, así que yo el lunes pienso ir a Úbeda y hablar con ella en directo. Iré a su casa y hablaremos todo lo que tengamos que hablar lo que quiera conmigo». «Parece que se ha puesto en contacto con nosotros y no tiene problema en hablar contigo por teléfono y hacerlo en directo, ¿quieres? Es una conversación entre Miriam y tú», le anunciaba Carlos Sobera en el plató de Supervivientes, a lo que Ginés no dudaba en aceptar.
«He esperado dos días. Has llamado a todo el mundo menos a mi», decía Miriam nada más escuchar a su padre al otro lado del teléfono, criticando a su padre que no la llamara nada más llegar al hotel y sí lo hiciera con su hermana: «parece que es tu única hija». «No es mi única hija, os quiero. Yo puse a Laura la primera para que me defendiera pero no pasa nada, pero fuiste tú», respondía Ginés.
No obstante, Miriam decidía poner tierra de por medio: «Ahora mismo no quiero hablar contigo porque no estoy pasando un buen tiempo. Necesito un tiempo, alejarme de lo que me hace mal. No tengo las puertas abiertas porque me la has cagado a la cara», sentenciaba.
Durante la conversación, Ginés quería acercar posturas asegurando que está a disposición de su hija en el momento en el que ella esté mejor. «Yo lo he pasado mal, espero que te des cuenta. Nos has dejado de lado una vez más, y se ciñe a una frase de cinco minutos que dije que estaba fatal… tiene tiempo de ver el Instagram pero no de llamarme…». En ese momento, Carlos preguntaba a Ginés si podría deberse a que no sabía gestionar la situación: «sé gestionarlo perfectamente, sé lo que he hecho, sé lo que quiero y sé lo que voy a hacer. Ha sido por parte mía una cagada, se ha hecho y estoy asumiendo lo que he hecho. No soy tan malo como dicen y ya está. Hablaré con ella. Sé lo que he hecho y lo que quiero pero tienen que respetarme».
Sin embargo, Miriam sentenciaba una y otra vez que para ella el problema no era Yaiza sino el comportamiento de su padre durante los últimos años, teniendo una relación extramatrimonial durante una década: «no, el problema eres tú, Yaiza me da igual. Tiene que ver con lo que tú has hecho porque han sido diez años con una mujer. Tú le estás dando una importancia que yo no la estoy dando porque no es el problema».
En cambio, Ginés reiteraba que «si en vez de Yaiza fuera otra, otro gallo cantaría». «Ella al final se ha cerrado en lo que tiene que decir. Sé que lo dice pero no lo piensa. Hay cosas. Yo no digo que la esté influyendo su madre sino que hay otras personas por ahí, ella que lo piense, estoy preparado para hablar con ella porque no tengo nada que… ella tiene que entender que reconozco que la he cagado pero mi vida la voy a hacer como quiera», reiteraba.
Tras ello, Carlos Sobera le preguntaba a Ginés si estaba dispuesto a luchar para recuperar el amor de su hija, «lo voy a luchar hasta la muerte. Yo necesito hablar con ella. La quiero con locura, ella lo sabe, lo que pasa que ahora ha salido esto…», aseguraba rompiéndose en el plató: «ella está enfadada, la pido mil veces perdón. Igual que ella hace su vida con quien quiere, yo quiero hacer mi vida con quien quiera».
La llamada finalmente no daba para tener un acercamiento entre madre e hija aunque Carlos Sobera le pedía a Miriam que se quedara con el mensaje de su padre de que lucharía por ella, a lo que Miriam pedía a su padre su espacio para poder superar todo lo que había sentido en este tiempo. «Llámame cuando estés mejor, estaré allí».
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