‘El hombre equivocado’, el avance semanal: ¿Juntos o separados?

  • El avance semanal del capítulo de El hombre equivocado.
  • Qué ha pasado en el último capítulo de El hombre equivocado.
  • El hombre equivocado: todo sobre la serie.

        Sorprendentemente, Tolga aparece ante Özgür y le devuelve su tan preciado restaurante. “Creo que La Gabbia debe volver a las manos de su verdadero dueño. Así que, aquí tienes el titulo de propiedad del local y disfruta de volver a casa”, dice mientras le extiende una carpeta con todos los documentos en el interior.

        Atasoy, que no se fía para nada de las buenas intenciones de su primo, le exige que le revele por qué su cambio de actitud con él. Tolga mantiene su fachada de hombre respetable y se reafirma en que devolverle el restaurante es una acción que le salió del corazón. No obstante, cuando se queda a solas con Ezgi, le echa en cara su chantaje: “Recibí el mensaje con la amenaza y sé que fuiste tu. Ahí tenéis vuestro mar, como querías”.

        Una propuesta y una respuesta

        Tolga se marcha del lugar sin saber que quien le mandó la advertencia fue, nada más y nada menos que por Serdar, quien parece haberse arrepentido un poco de sus actos. Ezgi, que empieza a hilar las cosas, se percata de que el ginecólogo es el responsable de que La Gabiia vuelva a ser de Özgür. Como no quiere tener secretos con su novio, la joven le cuenta todo.

        Ahora que tiene de nuevo su local, Atasoy necesita una socia para invertir en mejoras dentro del establecimiento y la elegida no es otra que…¡Ezgi! La joven compra el 15% de La Gabbia gracias a un préstamo de Ünal y de su madre, quienes finalmente han aceptado su relación con el hostelero.

        Acto seguido, la pareja de enamorados se marchas a casa. La pareja admira sus dos viviendas desde la terraza y deciden tirar un tabique para unir ambos hogares. Tras un largo y tierno abrazo, Özgür le pide a Ezgi que se case con él. Ella, que siempre deseó escuchar esas palabras saliendo de su boca, acepta de inmediato. Ya suenan las campanas de bodas.



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