El final explicado de ‘Los renglones torcidos de Dios’

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    Los renglones torcidos de Dios, de Netflix, es una película española de suspense psicológico dirigida por Oriol Paulo. La película, con 6 nominaciones a los Premios Goya incluyendo Mejor Actriz, es una adaptación de la novela homónima de Torcuato Luca de Tena. La historia sigue a Alicia, una investigadora privada que se hace pasar por una enferma mental e ingresa en un manicomio. Su verdadero motivo es descubrir la verdad que se esconde tras un posible asesinato dentro del asilo, pero a medida que va conociendo el hospital, se da cuenta de que hay algo más grande en juego.

    La salud mental de Alice es uno de los mayores misterios de la película. Los distintos médicos y empleados interrogan a Alice sobre la verdadera naturaleza de su estado mental. Hacia el final, parece que llegamos a una respuesta absoluta, pero un giro final nos deja en un dilema. La narración queda abierta y el público se pregunta qué es verdad y qué no. Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre el final de Los renglones torcidos de Dios.

    ‘Los renglones torcidos de Dios’: el final explicado

    El final de Los renglones torcidos de Dios se reduce a una simple pregunta: ¿está mintiendo Alice o no? A lo largo de la película, el personal del hospital oscila entre las dos posibilidades. Cada revelación les lleva a cambiar de postura, y el final de la película les deja con una inquietante incertidumbre. ¿Por qué Alice no reconoce al Dr. Donadio? ¿Se está inventando otra explicación?

    En el libro de Torcuato Luca de Tena, el Dr. Donadío nunca aparece en el instituto ni habla con el consejo médico. Después de que el consejo vote a favor de la baja de Alice, se produce una minuciosa investigación dirigida por la detective María Luisa Fernández. Será ella quien escuche al Dr. Donadío e informe de la verdad a los médicos del instituto: así es como encontramos la verdad en Los renglones torcidos de Dios.

    La verdad es que Alicia, efectivamente, sufre de paranoia. Es una mujer rica casada con Heliodoro, y después de descubrir que él no la ama y que se casó con ella sólo por dinero, empieza a perder la salud mental. Su marido empieza a robarle el dinero y convierte su propiedad en un burdel; su malvado comportamiento la vuelve loca. Realmente intenta envenenarlo, y él llamará al Dr. Donadío en busca de ayuda.

    El Dr. Donadío pasará un tiempo importante en casa de Alice y Heliodoro, vigilando atentamente su comportamiento. En ese periodo, Alice comienza a dirigirse al Dr. Donadío como Sr. García del Olmo, y el doctor comprende que ella está construyendo una versión alternativa de la verdad para evitar aceptar lo que va a suceder: El diagnóstico de paranoia de Donadío es acertado, y su decisión de llevarla al instituto es por su seguridad y la de los demás. Alice se inventó la historia de la investigación para poder entrar en el instituto creyendo que no estaba loca, y luego se inventó una nueva versión de la verdad apoyando de nuevo su salud, precisamente como predijo el doctor Donadío en su diagnóstico. Alicia era tan brillante que convenció a todos para que confiaran en su versión. Sólo el doctor Alvar no cayó en su trampa.

    El libro termina con un final inesperado: tras conocer la verdad, el consejo médico se reunirá de nuevo y votará por segunda vez sobre el destino de Alice. Analizando su historia, deciden que la causa que desencadenó la paranoia de Alice ya no existe, pues su marido huyó con su dinero. Evaluando las condiciones actuales de Alice, concluyen que merece una segunda oportunidad para vivir con normalidad, confiando en su capacidad para mantener bajo control su paranoia latente con sus habilidades naturales. Por lo tanto, el consejo confirma su alta en segunda votación.

    El libro termina con Alice saliendo del centro, dándose cuenta de la verdad de su historia, y presa del pánico: no se siente preparada para vivir normalmente en el mundo exterior, aceptando finalmente su enfermedad. No confía en su capacidad para mantener el equilibrio mental y pide volver a entrar en el centro.



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