‘Destino: la saga Winx’: lo que te va a atrapar del estreno de Netflix

Destino: la saga Winx es obra de Brian Young, quien anteriormente fue guionista en títulos como Crónicas vampíricas o Kyle XY. La ficción está basada en Winx Club, serie de animación italiana ideada por Iginio Straffi y estrenada en 2004. El autor también ha participado en el proyecto de Netflix como productor.

«A los fans de 20 años a los que todavía les gusta Winx Club les encantará la versión de acción real de Netflix. Es mucho más arriesgada y oscura de lo que podrán imaginar después de haber visto el colorido mundo de la serie de animación. Su público objetivo está en los adultos«, declaró Straffi en una entrevista con la revista TV Kids.

Como cuenta la sinopsis oficial, Destino: La saga Winx cuenta el paso a la vida adulta de cinco hadas que estudian en Alfea, una escuela del Otro Mundo. Allí no solo aprenden a controlar sus poderes mágicos y desarrollar nuevos, también viven sus primeros líos amorosos, rivalidades con otros alumnos y se enfrentan a monstruos que amenazan con destruirlas. Un grupo de hadas aprenden a controlar sus poderes mientras descubren el amor, la rivalidad y los monstruos que las ponen en peligro.

Con una base potencial de seguidores y con una temática adolescente, Destino: la saga Winx puede convertirse en el nuevo bombazo de Netflix tras el éxito de Lupin. La serie original, ‘Winx Club’ se estrenó a principios de los 2000 y tiene cinco protagonistas: Bloom, Stella, Flora, Musa y Tecna. En la segunda temporada, se une otra de las protagonistas, Layla. Todas ellas estudian en la escuela de magia para hadas de Alfea, en el mundo de Magix.

Los cambios de la serie

Hay cambios en los personajes principales. La protagonista seguirá siendo Bloom (Abigail Cown) pero su grupo de amigas estará formado por Stella (Hannah van der Westhuysen), Musa (Elisha Applebaum), Terra (Eliot Salt), que tendrá los poderes que originalmente pertenecían a Flora, y Layla (Precious Mustapha), que se unirá a las Winx desde el principio.

Este live action tiene un tono mucho más oscuro que la serie original, que estaba dirigido al público infantil. Pero el tráiler y las primeras imágenes que se han podido ver de la serie han traído polémica. Los fans alegan que, aunque tuviera un tono más adulto, se podría haber mantenido los colores vivos de las hadas y toda esa estética alegre y mágica que las rodeaba.

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