- Juan Pablo Orduñez, más conocido como El Pirata, debutó el domingo 26 de septiembre en Cuarto Milenio descubriéndonos algunos de los misterios ocultos del rock que más nos quitan el sueño.
- El conocido locutor de radio está al frente de la sección ‘Los archivos de El Pirata’ desde la que cada semana contará la historia de algunos de los lugares «encantados» en los que, en su día, estuvieron algunas de las estrellas más grandes de la música.
- La primera entrega, ‘Las mansiones encantadas del rock and Roll’ ya nos puso a todos los pelos de punta.
Cuarto Milenio ha estrenado un nuevo colaborador. El Pirata, toda una leyenda para los amantes del rock, se ha incorporado al programa de Iker Jiménez para contarnos relatos escalofriantes sobre las estrellas de la música en la sección ‘Los archivos de El Pirata’. En su debut el pasado domingo 26 de septiembre, el locutor desveló datos sobre mansiones del rock en las que nunca querrías entrar.
«El Pirata es uno de esos locutores y promotores del rock en España que ha sabido no solo las historias oficiales, sino que va a contarnos la cara b del rock. Ustedes saben que muchas de estas personas se hicieron millonarias, tuvieron acceso a grandes mansiones… y algunas empezaron a coger mala fama por lo que ocurría ahí dentro. ‘Las mansiones encantadas del rock and Roll’, díganme si no es fascinante», presentaba Iker Jiménez.
Los misterios del primer programa
Uno de estos lugares es el apartamento del legendario Harry Nilsson, en el que no murió él, sino otra gran artista, Mama Cass, una de las integrantes de The Mamas & The Papas. La artista dio un gran concierto y, esa misma noche, cuando volvió a casa, perdió la vida. Dijeron las malas lenguas que se había atragantado con un bocadillo, pero ese rumor, a buen seguro, tenía más que ver con los críticos con su figura que con la realidad.
Cuatro años después, justo en el mismo lugar, Keith Moon, batería de The Who, también perdía la vida. Pero ojo, como dice El Pirata, el músico murió «en el mismo edificio, en el mismo apartamento, en la misma habitación y en la misma cama». Nilsson, le acabaría vendiendo el apartamento a Pete Townshend, también de The Who.
Este no es el único edificio ‘encantando’ del rock. Cerca de la localidad de Reading, había una mansión en la campiña que tuvieron varios propietarios ingleses, donde se grabaron álbumes míticos de la historia del rock. Uno de sus más célebres dueños fue David Gilmour, guitarrista de Pink Floyd. Al parecer, su mujer se negó a volver a poner un pie en la propiedad porque pasaban cosas de lo más inquietantes, entre ellas, que se aparecía la figura de un monje invitando a todos los que allí habitaban a rezar.
Además, Trent Reznor (Nine Inch Nails) y el lugar donde los acólitos de Charles Manson cometieron su sangrienta masacre en la que falleció Sharon Tate en 1971; Black Sabbath y las mazmorras de Clearwater Castle; la mansión Laurel Canyon, que fue propiedad del legendario productor Bob Rock, y que fue habitada por el escapista Harry Houdini, y en la que el espíritu de una chica se pasea por la casa, son otras de las historias escalofriantes del debut de El Pirata en Cuarto Milenio. La semana que viene, más enigmas del rock en ‘Los archivos de El Pirata’.
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