Que un único objeto sea capaz de simbolizar el universo entero de una marca es algo a lo que todas aspiran. Que un zapato sea capaz de sintetizar una historia familiar, un modo de vida, un olor concreto e incluso el saber hacer de un país entero es algo que casi ninguna consigue alcanzar. Podría parecer una descripción ambiciosa pero cuando la marca es la italiana Tod’s y el zapato, su clásico Gommino, entonces las piezas encajan una tras otra. Este mocasín de cuero flexible y suela de tacos de goma no solo es la seña de identidad de la firma (se venden más de 2,5 millones de pares al año, según L’Express) sino que es un símbolo del estilo de vida italiano.
Este verano la firma ha colocado una simbólica T en el empeine de sus zapatos atemporales y celebra este lanzamiento con una pop-up muy especial en Madrid, situada en El Corte Inglés de Serrano.
Cómo llegaron a ser un icono
Todo comenzó hace 100 años, cuando Dorino della Valle abrió un pequeño taller de zapatos cerca de Ancona, en Italia. Con el tiempo se convirtió en un referente de altísima calidad como fabricante de cuero para marcas de lujo, pero no fue hasta que sus hijos Diego y Andrea tomaron el testigo en los años 70 cuando la empresa familiar vivió su gran revolución. En 1978 los hermanos della Valle decidieron lanzar su propia marca, a la que en un giro por la internacionalización bautizaron con un nombre americano: Tod’s.
La idea de hacer unos zapatos planos, cuando la elegancia en los setenta se describía sobre tacones y plataformas, la tuvo Diego della Valle en un viaje a Nueva York. Allí encontró un singular zapato con suela de goma, pensado para conducir. Lo compró, lo llevó de vuelta a Italia y lo rediseñó, manteniendo su estética relajada pero dándole categoría de lujo, trabajándolo con pieles nobles y pespuntes de hilo encerado. Y añadió un detalle que sería definitivo: una comodísima suela con 133 pequeños tacos de goma. El llamado car shoe estaba llamado a ser mucho más que un zapato deportivo.
Desde 395 euros.
La década de los sesenta había sido una etapa gloriosa para los automóviles italianos. El empresario y aristócrata Gianni Agnelli no solo revolucionó el sector, sino que hizo del sueño por tener un Fiat mucho más que la aspiración por tener un coche. Conducir era un estilo de vida, y como todo en la cuna de la moda, podía hacerse con clase. Varias compañías comenzaron a producir zapatos para conducir, con suelas flexibles, pero fue el mocasín de piel suave de Tod’s el que convirtió en un objeto de culto. Eran lujosos, pero prácticos. Reconocibles, pero discretos. Enviaron unos a Agnelli. Paradigma del éxito y el buen gusto en la época, siempre bronceado y bien vestido, este comenzó a llevar los Gommino, asociándolos a su reconocible carisma y poniéndolos en el objetivo de toda una generación de ambiciosos italianos. Como reconoció el propio della Valle en una entrevista, su éxito no fue rediseñar un zapato, sino rediseñar un estilo de vida. Así es como estos zapatos pasaron de ser nicho a deseo generacional.
La fama internacional no tardó en llegar y estrellas del cine como Cary Grant o Audrey Hepburn protagonizaron la primera campaña de marketing de la marca. En la década de los ochenta su estatus de elegancia contemporánea se reforzó gracias a personalidades poderosas como Carolina de Mónaco, Catherine Deneuve, Jack Nicholson o Michael Douglas, y en los años 90 el Gommino es ya el zapato informal oficial de la jet set internacional. A las estrellas del cine, la moda, el deporte o la política les encanta: Uma Thurman, Sharon Stone, Claudia Schiffer, Michael Schumacher, Hillary Clinton, Nicolas Sarkozy… Los Gommino eran el zapato con el que los yuppies con éxito se bajaban de sus yates, pero también los que llevaban las estrellas más admiradas de Hollywood concediendo entrevistas. Más aún, quedaron inmortalizados para la historia a los pies de Lady Di, que no solo los llevaba en su día a día, sino que también se los puso en su recordado viaje a Angola para abanderar la lucha contra las minas antipersona.
Para Diana, precisamente, Diego della Valle hizo docenas de versiones del Gommino: en piel de pitón rosa pálido, en ante beige… En 1996, él mismo explicaba su éxito a The New York Times: "Estos zapatos son un talismán contra la vulgaridad. Puedes usarlos tan bien con un atuendo deportivo como combinarlos con un traje o un esmoquin”, decía. La lista de personalidades que los suelen llevar a día de hoy continúa con el ex rey Juan Carlos, o la exmodelo y ex primera dama de Francia Carla Bruni.
Todavía hoy a cada mocasín se dedican entre 4 y 7 horas de trabajo artesanal en más de 100 pasos de producción diferentes en la imponente fábrica de la firma en Brancadoro, en la región italiana de Marche. Los gommini son la seña identidad de Tod’s convertido hoy en un grupo empresarial que aglutina otras marcas de lujo como Hogan, Fay y Roger Vivier.
Cómo se hacen unos Gommino en seis pasos:
- Dependiendo del diseño específico, cada zapato de Tod’s puede requerir hasta 35 piezas de cuero. Es un largo proceso que comienza con un corte artesanal y meticuloso de las piezas del patrón, cada una de las cuales debe tratarse y verificarse individualmente antes de poder ensamblarlas.
- En este momento el artesano realiza los agujeros que luego llevarán los tacos icónicos de los Gommino. Cada zapato implica más de 100 pasos de principio a fin, desde el corte manual de las piezas necesarias para la estructura básica, hasta la costura final de cada parte individual.
- Tod’s es meticuloso cuando se trata de la calidad de su cuero, y algunas piezas pueden tardar años antes de que alcancen el tono y la textura correctos necesarios para un zapato en particular. Los expertos en el taller controlan cuidadosamente el tono, el grosor y la textura del cuero para lograr una uniformidad perfecta, mientras verifican los más mínimos defectos o imperfecciones.
- Las piezas de goma son una de las características más distintivas del zapato Gommino, y la suela de la marca contiene 133 tacos del mismo color que el cuero elegido. El modelo se ha actualizado a lo largo de los años y ahora está disponible en una gama de materiales y colores. De hecho, dentro de su nueva colección T Timeless, no faltan nuevas versiones de los icónicos gommini: confeccionados en pieles refinadas como ante o pitón, con animal print o en varios tonos y con costuras realizadas a mano, todos tienen en común la hebilla con forma de T en metal. Esta nueva inicial decora el empeine y simboliza el nombre de la marca pero también sus tres pilares: tradición, talento y tiempo.
- Como todo el zapato está hecho a mano, Tod’s emplea artesanos en el taller que están especialmente calificados para una tarea específica dentro del proceso de creación, ya sea cortar, coser o pulir, asegurando que cada parte del producto terminado sea lo más perfecta posible.
- Al finalizar, cada par de zapatos se inspecciona una vez más, y cualquier zapato con el menor defecto es rechazado y descartado.
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