Nació siendo heredera de una estirpe pero ha conseguido superar su propia fama: Alba Flores brilla sola con sus éxitos en La casa de papel y Vis a vis, y ha dotado a su icónico apellido de una nueva imagen con la que lanza al mundo un nuevo mensaje. “Creo que Alba utiliza la moda como lo hacemos muchos, como forma de expresión, pero ella da un paso más allá porque también le sirve como posicionamiento ante el mundo y la sociedad, manda un mensaje que dice ‘soy una mujer de mi tiempo, fuerte y tengo las cosas claras’”, opina Berta Álvarez, estilista, directora creativa y consultora de moda que ha trabajado con la actriz. “Con su manera de vestir reafirma el compromiso que hay en el tipo de papeles en los que la solemos ver”, añade. Una visión responsable con lo que le rodea (el medio ambiente, la justicia social, el arte) y que comparte con su generación, los llamados millennial. Es por ello que sin ser una devota de la moda su estilo sí es relevante porque sabe aprovechar el foco de los medios para reivindicar aquello en lo que cree a través de su imagen. Es coherente. “Le interesan marcas que no utilicen pieles de origen animal y que representen su filosofía de vida. Marcas como Stella McCartney, Emporio Armani, Acne Studios o nacionales como Sybilla, Úrsula Mascaró, Andrés Gallardo o Anton Heunis”, nos cuenta Álvarez.
Traje y zapatillas: el nuevo femenino
“Su estilo es lo que se suele denominar como masculino: mientras que en su día a día puede sentirse cómoda con un look más casual compuesto de camiseta, vaqueros y botas Dr. Martens, en la alfombra roja lo sublima con un buen traje que potencia con una maxijoya para conseguir restarle seriedad y rigidez, haciendo de ese binomio su estandarte”, observa la estilista.
De hecho hace ya cinco años que Alba optó por el traje de chaqueta y pantalón como uniforme en eventos importantes. Fue una de las primeras en llevar el dos piezas diseñado por Ernesto Artillo (lo llevó en la alfombra roja de los Premios Feroz en 2018) y que acabó convertido en el traje que visualizó el discurso feminista, una de las causas en las que está implicada. En aquel momento el diseñador lo explicó así: “Es un traje masculino porque simboliza el patriarcado y los brochazos -estampados en blanco sobre negro- son los símbolos que representan a cualquier mujer, incluso a aquellas que físicamente no tengan pechos o vagina pero se sienten como tales”. La elección, desde luego, no pudo ser al azar. Entre las marcas que ha llevado recientemente están Bleis Madrid (firma pionera en sastrería femenina en nuestro país) o We are Latitude (una marca de ropa sostenible made in Galicia).
Desde entonces es evidente que la actriz ha desarrollado un sentido intencional en su imagen, despojando al clásico pantalón y americana del entorno masculino y de oficina que se le asocia. Traje y zapatillas son, de hecho, la combinación en la que más cómoda se le ve: así acudió hace unos meses al bautizo de Noah, el hijo de su prima Elena Furiase, del que es madrina. Las sneakers que llevaba eran, por cierto, veganas: el modelo Hybrid de la marca española Muroexe, que se distingue por líneas futuristas y técnicas experimentales de fabricación.
Curiosamente el traje masculino más zapatillas deportivas parece ser el nuevo uniforme de moda: algo en lo que coinciden hoy mujeres que podrían parecer tan en las antípodas como son Tamara Falcó y la propia Alba Flores. “Es una tendencia a la que es fácil unirse porque es elegante pero, a la vez, cómoda. No hay que pensar mucho porque es un dos piezas y unas sneakers, y te hace sentir bien vestida en cualquier situación, nunca de menos ni de más, perfecta para una reunión, un desfile o un cocktail. Para que siente bien son fundamentales el corte del traje y la caída de la tela, así como el material y el color. La americana, siempre oversized (particularmente en los hombros) y el pantalón puede diferir en ancho y largo según quién lo lleve”, asegura Álvarez. “Puedes llevar sólo el dos piezas como le gusta a Alba o combinarlo con una camiseta, una camisa de puños largos, o incluso un crop top como verías a la modelo Kaia Gerber”.
Otras mujeres que están marcando la nueva feminidad, como Rihanna o Lady Gaga, también están apostando recientemente por la estética de los trajes extragrandes que tanto gustan a Alba. Son las últimas, pero no las primeras: “Analizando esta tendencia, a todos nos viene a la cabeza la inimitable pero mil y unas veces imitada Diane Keaton interpretando a Annie Hall en la película homónima”, recuerda la estilista. “Aunque toda la nueva generación de it models la han hecho suya, como iconos actuales me quedaría con Christine Centenera (estilista australiana), que lanzó incluso su propia marca Wardrobe.nyc de básicos modernos (y con el traje como pieza pivotante) o las hermanas Olsen, las cuales fieles a su estilo crearon The Row, la firma adalid del lujo más cool y exquisito que encontramos en las pasarelas”, apunta Álvarez.
Estética y mensaje van hoy más que nunca de la mano: una respuesta intencional a aquellos que piensan que la atención a lo que visten las actrices -o la moda misma- es una mera frivolidad. Nunca lo será mientras sepamos leer el mensaje que expresa su ropa.
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