Si los Premios Feroz 2020 quedaron reducidos a una gala donde reinaron los vestidos negros y góticos, los Premios Goya 2020 quedarán como aquella noche en que la alfombra roja se tiñó de blanco por obra y gracia de decenas de vestidos níveos. Las actrices españolas – Najwa Nimri, Paz Vega, Anna Castillo, Greta Fernández… – han hablado y dicen que el vestido blanco es el nuevo negro. En es línea tonal podemos encuadrar también el vestido de Carolina Herrera escogido por una de las actrices con más personalidad en las alfombras rojas, Bárbara Lennie. La pieza, perteneciente a la colección de verano 2020 de la firma americana y de un color rosa muy pálido, es una obra de arte y reúne tendencias del presente, del pasado y del futuro.
© Gtresonline
El look es impecable y limpio como un vestido minimalista de los años noventa; es clásico, como una pieza de costura de los años cincuenta – esa cola larga y ese lazo negro a la espalda son dignos de los ateliers más talentosos y lujosos, ¡ay! – y algo futurista, gracias a ese bolsito minúsculo de asa corta con el que la actriz de 'Hermanas' ha conjuntado el vestido. La magia del vestido es que, incluso atesorando un escote vertiginoso y un lazo mayúsculo en la parte baja de la espalda, no deja de ser sencillo. Lo dicho: futuro, presente y pasado cuadrados en un único vestido para el recuerdo.
Como Belén Cuesta, Bárbara ha apostado por la estética clásica en pelo, maquillaje y vestuario y no solamente ha acertado, sino que ha entrado directa a la lista de las mejores vestidas de la gala.
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